Hoseok miraba el pequeño cuerpo de su novio a su lado, durmiendo en paz. Pasó sus dedos por su pancita e hizo un camino hasta la mandíbula.
Era tan hermoso.-¿Hyung?
-Hola-Dijo fríamente.
-Perdón por haberlos interrumpido ayer-Murmuró con lágrimas en los ojos.
Y Hoseok se sintió un completo imbécil.
Antes de que despertara se había tomado el tiempo de ver cada una de las marcas y moratones que había hecho en el precioso cuerpo de su novio. Había arruinado a un hermoso ángel.-Olvídalo-Suspiró-Vete a tu casa.
-¿Puedo quedarme aquí?
-No, lárgate-Dijo y le dio la espalda.
Escuchó un suave sollozo y luego el espacio a su lado quedó vacío.-¿Hobi?-Dijo suavemente-No quiero volver a casa.
Hoseok no respondió.
-Tengo miedo-Sollozo-Papá...el...
El corazón de el mayor latía con rapidez, quería abrazarlo.
-El me...-Escuchó un suspiro y como el pequeño pasó saliva-Voy a irme.
Se levantó y caminó con dificultad al baño. Minutos después salio con su ropa y simplemente se fue.
Sin besos, ni abrazos, ni mucho menos un "te amo".Algo en el pecho de Hoseok dolió.
Días después no volvió a ver al pequeño.