Capítulo 1

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La vida no siempre es color de rosa y eso me a tocado aprenderlo a la fuerza, es triste, duele, pero luego se aprende a ser fuerte y a vivir con aquel dolor...

—Jake...Jakeee— Gritó una voz masculina muy familiar.

—¡Despierta Jake!— Seguía aquella voz y eso fue lo último que escucho Jake hasta caer completamente inconsciente.

Frunció el ceño al sentir como una luz blanca le golpeaba directamente a los ojos, cuando por fin llego a acostumbrarse a luz se dio cuenta que sé encontraba en una habitación de hospital, inconscientemente paso su mano por su cara y noto cómo sin  permiso se le habían comenzado a escapar algunas lágrimas y fue entonces que recordó todo lo que había pasado anteriormente y de un momento a otro, había comenzado a llorar incontrolablemente haciendo despertar a su padre que estaba durmiendo plácidamente en el sillón de dicha habitación, luego de haber estado despierto toda noche para estar al pendiente de su hijo en tal caso que despertara.

—¡Jake, cálmate!— Gritaba su padre una y otra vez luego de haberse parado de golpe al escuchar los llantos de su hijo, al darse cuenta que eso no funcionaría decidió y por ayuda, Jake se encontraba teniendo un ataque y necesitaba ayuda.

Desesperado por ayuda comenzó a gritar su padre —¡Ayuda! Alguien, por favor, Rápidoo— Y en menos de 2 minutos ya se encontraban dentro de la habitación 4 enfermeras deteniendo a Jake que había comenzando a hacerse daño, al darse cuenta que este no cesaba decidieron dormirlo temporalmente.

Luego de esa escena el doctor a cargo del caso de Jake decidió hablar con el padre del chico.

—Señor Frayer, creo que lo mejor será que su hijo vaya con un psicólogo, lo que acaba de sucederle fue una escena traumante para cualquier persona y él necesita salir adelante, le recomendaré una psicóloga de confianza, creo que ella probablemente podrá ayudarlo— Le explicaba el doctor al mismo tiempo que le extendía al padre una tarjeta con los datos de aquella psicóloga, el padre aún con dudas decidió aceptar. Él haría lo que fuera por su hijo, además el chico era la única persona que le quedaba luego de la muerte de su esposa.

En el camino de regreso a la habitación de su hijo se dijo para si mismo —Haré lo que tenga que hacer, pero prometo que te sacaré adelante—

3 Meses después

Ya habían pasado 3 meses desde aquel día y Jake había entrado en una depresión absoluta luego de aquello, había estado viendo a la psicóloga que su doctor le había recomendado, ya que si no lo hacía probablemente lo internarían como anteriormente su doctor le había amenazado.

Luego de dos meses con la dicha psicóloga Jake se sentía derrotado por la vida, aunque su psicóloga trataba de animarlo diciéndole cosas como "Saldrás adelante" "Tu puedes" "Este no es el final". A el nunca lo convencieron aquellas palabras, por alguna razón esa mujer le caía muy bien, tenía alrededor de unos 40 años pero para su edad se veía bastante joven, era algo alta de unos 1.85m, aunque tal vez también se debiera a sus tacones de 15cm que no se los quitaba ni para dormir, tenía una larga cabellera rubia rizada en las puntas y tenía unos gigantescos ojos color miel, una sonrisa casi perfecta, Jake podría haber jurado que si en realidad no fuera gay probablemente se hubiera enamorado aquella mujer a pesar de su edad, aunque el solo la veía como una buena amiga a pesar de que en realidad es su psicóloga y le pagaran para estar con el, en realidad la primera luego de Charlotte

En una de sus cesiones rutinarias su psicóloga le había comentado algo que lo había dejado pensando

—Creo que lo mejor para ti es que continúes con tu vida, se completamente que ahora mismo duele mucho, pero también sé que podrás superarlo porque tú eres muy fuerte, ¿Qué te parece ir a estudiar de intercambio? por lo que tengo entendido hace poco terminaste la secundaria, tal vez un nuevo lugar te permita seguir con tu vida— Luego de esas palabras el chico lo pensó mucho, decir que de su cabeza salió humo le queda corto, pero después de todo decidió aceptar la propuesta de la mujer, Él junto con su psicóloga comenzaron a buscar institutos en los que lo aceptarán, cosa que no tardó mucho ya que el chico poseía las mejores notas de la clase.

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