Carta de declaración.

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Me gusta alguien más joven, ¿yo? Tengo 11 años. Pero esto de los números no es importante, a menos que quieras hablar sobre los caramelos que compro en la bodega. Vi un programa de televisión donde explicaban que la materia no puede ser destruida, pero quisiera ser un niño. Hace años me iba muy bien en la venta de caramelos en el patio del recreo, la dirección atrapo a un amigo, lo sé, su primo me llamo para contarme, se notaba molesto. A los días me fui de la escuela.

Regrese al pueblo, las vacaciones eran interminables, como en aquella serie de Phineas y Ferb. En uno de estos tantos días de vacaciones, la conocí, nos conocimos y nos has gustado conocernos. He aprendido a cocinar, cuando estuve en la escuela mamá no preparaba la comida. Ahora, en el futuro, compro un chocolate por el precio de 22 cajas en los anteriores 5 años. Era algo pequeño cuando empezó a gustarme el azúcar, ella era aún más pequeña, para cuando estaba rayando las calles de la Ciudad con mis latas de spray, mi suéter negro y aquél celular que ambientaba mis días con gritos extranjeros, ella aún no había aprendido a cruzar la calle, ahora lo sabe, me gusta conocerla.

Y, al final de cuentas, cada 3 meses notas las fallas de aquellos que te dan su mano, supuestamente, según aquel chico, que me explico todo de esta forma, te entregan todo en bandeja de oro, y luego te voltean el plato, dejándote sin nada, pero, ¿nada? Acaso ya no hemos conseguido algo. Perdí la creencia en enseñanzas de antiguos milenios, donde la esclavitud era la Reina dela Ciudad, por el simple hecho de respirar el veneno del oxígeno, debemos aportar un grano de arena para el desierto.

No quiero que pierdas tu adolescencia, que no aceptes una invitación a bailar por esperarme o esperar esos días después de meses a solas desahogándome con el desperdicio de la sociedad. Soy una mente para estas cosas, pero, de que sirve acaso ser el más duro en esta clase de cosas. Agradezco a la desgracia que me enseño sobre las ilusiones y falsedad de esta vida, la vida. 

¿Acaso eres capaz de absorber todo el odio de aquel que no quiere verte la cara?

-"zámpate otro trago"

-¿Qué hora es?

Hora de prestarte el libro, ese del que leíste el nombre. Ahora hablemos sobre nosotros, Disculpa, estas imágenes en mi subconsciente no me dejan estar satisfecho, es una pena, ya no me importa, aprendí a estar insatisfecho solo. Gasto dinero en chocolates, ya no me gusta tanto, porque aún lo compro, eso diría sí me alcanzaran las monedas. Aún me aflige nuestra aflicción, al parecer para mí, fue una pesadilla, no logro despertar, aunque este la gran parte del tiempo despierto. Quiero estar contigo en algún lugar, para que me enseñes porque te abandone por alguna que si logro crecer, discúlpame 1er amor, pero no estaba satisfecho.

Es ella, seré yo, a veces nos toca hablar sobre las hermanas de los ángeles en ocasiones para olvidar que nunca te pienso, que te recuerdo solo cuando públicas, cuando aún noto que esperas ganar aquel castillo de princesa. Pero la princesa no es de mi agrado, me gustan las reinas, aquellas que convierten en Rey a dictadores. Te comeré por etapas, te besaré por ratos, disculpa mi intensidad, nunca sacie mis ganas con un solo cigarrillo, por eso vuelo.

Ahora, mírame y escucha. Estuviste cerca de alguien que estuvo tan lejos. Ahora, imagina como me mirarás cuando estés convertida en mujer y, cuando terminé todos aquellos tratados que hasta los momentos hice con mi mano. Aunque aún no logré ver en Sepia, aunque aún no logre ver como aquellos grandes genios, aunque aún no acepte que aprendí a volar, que no debo estar aquí, que no debo preguntarme tantas preguntas siempre, por eso estoy triste, porque pienso. Nada como una guitarra en vivo sonando, nada como tú quieta, nada como esa mirada, nada porque es nada. No creo que creas en esto que no creía, tú hermosa, delante de mí, desconocida e inerte como una muñeca. No me mires tanto, no preguntes tanto, no deberías saber nada acerca de esto que no soy.

Cuentos de niños para niñas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora