Cuentos de niños para niñas.

Pero la verdad.

La verdad es que me he vuelto frío, como un okey luego de un testamento. No confió con claridad desde que esa chica le escribía a mi mejor amigo, luego de decirme que no podíamos acercarnos por qué tendría problemas, no sé si contarla como novia, fue una semana y un pico. Lo cierto es que escuchar una canción de una banda de Rock me ayudaba a olvidarle. Así será lo poco que quedo, que bastaron pocas lineas para describirla. Bueno, no puedo quejarme, me pegaban a la pared con besos estas chicas para que terminará mis prometidas. No lo lograste, tampoco ella, ni la que le sigue. 

Ahora que lo pienso, sé que te daba rabia, que tuviera esos gustos, esas canciones, las mismas que cantabas cuando me fui. Eres preciosa, tu alma lo es, por eso te expresaste tan bella en el mundo material. Pero te daba rabia, lo sé, que prefería labiales negros, ojeras y olor a cigarrillos a tu cuerpo, el cuál es perfecto, como una talla de Miguel ángel. Pero cada día te siento más cerca, mas cerca de llegar a ese límite en el que, al igual que yo, pienses en todo lo que debiste decir, cuando callaste.

Ahora, solo hace falta que descubra como construir una maquina del tiempo y regrese, y dejaré todo igual, porque sí algo cambio, altero todo, todo lo que conocí luego de conocerme. Simplemente voy a esperar tenerte como lo imaginamos, distantes. Debería estar jugando al fútbol con mis compañeros, no sé que hago sentado en estas escaleras pensándote, ni siquiera estudiamos en el mismo liceo, nuestros horarios no encajan, nunca subes a la Ciudad, te regresas por aquel camino, en el que me retaste a besarme con tu mejor amiga.

Aquí no hay nadie, el lobo debe de pelear contra otra manada. Estaba en la lista negra, era el primero y el único. Me he metido en problemas, no me agrada donde estoy viviendo, incluso he tenido que esquivar piedras, ¿cuál es el problema? que me volví como ellos, tuve que adaptarme, mi vocabulario se ha vuelto pobre, hasta me aburre tener una conversación, escribir tanta poesía me ha hecho desconfiar de ella como poesía, poesía como la mirada de esa italiana de lindo apellido.

Pero la verdad, es que detrás de ese maquillaje, y de nuestras conversaciones sarcásticas, esta esa chica, esa que observaba mientras sus compañeras me golpeaban. Recuerdo tu risa, es tan divertida, no me engañas niña, también están flojos tus tornillos.