Escribiré.

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No escribiré más de ti, este libro no es para ti. Sí lo notaron, desde el 1er capítulo no tengo 11 años. Ahora hablare de su sonrisa, de lo lindo que hace sentir a este chico que se siente feo, feo porque ha estado de la mano con todo lo que es antagónico a la belleza. Cuando tenía menos de 11, conocí la envidia, conocí la fealdad, de hecho ir al baño me daba miedo, me refiero, en madrugadas alimentadas por historias de terror de aquellos adultos que me enseñaron, que fueron mi ejemplo, ahora en el futuro, perdón, en el presente, puedo caminar por esta casa a solas, aunque debo admitirlo, aún me genera miedo, miedo a conocer la verdadera realidad de mi genética. De hecho, esto que escribo es en las escaleras, aquellas escaleras que vio mis primeros pasos, aquellas escaleras que conducen a mi antiguo cuarto, en el que me vestí delante de ti, y de mi amiga, aquella que estaba a tu lado mientras te besaba, y luego a ella, y luego a la otra que nos acompañaba. Me dijiste que eran tus primeros, esa tarde de compañía con nuestras compañeras. Espero sea cierto, las calles de ese cementerio ya no tan vació, fueron testigos.  

En ese mismo cementerio, acompañe a una chica, los chupones en nuestros cuellos, eran ese recuerdo que dejamos marcados antes de que viajará por unos días a la Capital, mientras la  pantalla de nuestros celulares eran lo único que nos unía, porque nuestras vidas, nuestras amistades, eran distintas. Debí aceptar ese negocio, tenerte por vacaciones, te lo juro, sí te llegó a volver a ver, me caeré de nuevo en tus ojos, en aquella mirada afuera del cine, donde te leía verdaderos poemas, en aquella Ciudad donde sí no pongo de mi parte, me reducirá a cenizas. Es que amo esto, amo como estas palabras llegan a mí, y como se pierden ustedes. Les queda grande, lo sé, no cualquier mujer puede aceptar que es una musa.

Pero la inspiración se encuentra perdida, o las perdidas serán ustedes. Me vuelvo a disculpar, el que se alejo fui yo. Pero la verdad, es que me molesta, me molesta que sus decisiones las tomen sus vidas y no sus sentimientos.

Otra página en blanco, como esa vez que aspire blanco.

Por Dios, cuando estarás agradecido con lo que Dios te ha dado.

Cuentos de niños para niñas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora