Narmando. Smut/yaoi

10 minutos

Armando POV.
Me podrian llamar loco, acosador, pervertido o cualquier sinónimo de esto, pero se me es casi imposible no buscar con la mirada a ese hermoso ser.
Neri Frausto es mi compañero de clase, es bajito, "femenino", de pelo y ojos castaños y con un cuerpo menudo, con aristas y vertices perfectos. Él era, es y será mi terrible obsesión.
Ha un principio jámas hubiera pensado que sería capaz de enamorarme tan hard de una persona, pero él... es que me hacia hasta tener los pensamientos más pecaminos del mundo.
-Oye ¿me estás escuchando?- La voz de mi mejor amigo me saco de mis pensamientos.
-Ehh... sí, sí- Le respondí.
-Anda claro. Para mí que estás pensando de nuevo en él, mirá hasta estás babeando.
-¿Qué dices? Yo no babeo por nadie- Intenté sonar lo más convincete posible- Además no se de quién hablas.
-¿Ah si? Pues ésa persona de quién no sabes de que hablo te está mirando.
-¡¿Dónde?!- Rápidamente giré mi cabeza hacia todas las direcciones para intentar ver a Neri, quien, soprendentemente, si me miraba. Y en el momento en que notó que lo veía aparto su mirada sonrrojandose furiosamente.
-Y no sabías quién era, ja- Me dijo Francisco con tono burlesco- Mira, yo creo que ya es hora de que le vayas confensando.
-Mmm, es que... no quiero que me rechaze. Además tú sabes que tiene novia- Esa ultima frase la dije con poco de celos, y aunque Miranda es mi amiga, no puedo dejar de sentirme un poco (mucho) celoso de que sea la novia de ese hermoso ángel.
-¿Miranda es lo que te preocupa? Si que estás mal. No sabes las veces que me ha dicho lo mucho que le gustaria que salieras con Neri, hasta me lo ha dicho en tu cara.
-Es obvio que está jugando.
-Para una fujoshi algo así no es un juego- Ahí si que tenia razón.
-Bueno, suponagamos que lo que dices es verdad, eso no quita el hecho de que me va a rechazar.
-Tú si que estás empanado- Me dijo girando los ojos -Neri se muere por ti, ¡es más que obvio! Solo tienes que ver cómo se te queda viendo, pareciese que te comiera con la mirada. 
-No lo sé... ¿cómo puedo estar seguro?
-Eres un idiota- Escuché a mis espaldas. Me giré para observar a Miranda mirandome con una cara de enojo total
-Y-yo so-solo estaba bromeando, ja ja...
-Bromer mis ovarios. Armando deja ya esa paja mental que tanto te cargas.
-¿Eh?- Estaba muy confundido.
-Que ya es sificiente de que estes espiando a Neri desde todas partes y que de una vez por todas te lo coja-digo que te le confieses.
-Yo le decía lo mismo- Comentó Francisco.
-Mira, si lo que te preocupa es que te rechace entonces todo va a estar sencillo. Neri te ama, y lo sé porque me lo ha dicho, y no creo que me mintiera sabiendo que me encanta la pareja que hacen.
Neri me ama, no me lo podia creer, era un sueño vuelto realidad, de repente la idea de que fuera mi novio me aceleró el corazón
-Pero aún así me da mucha pena hacercarmele- dije volviendome a desanimar.
-Mira con tal de que te le confieses de una vez yo haré lo necesario para que todo salga perfecto- dijo Miranda.
-Yo la apoyo- dijo Francisco uniendosele.
-Mmm está bien, pero ¿qué pasará contigo? ¿cuándo lo hago? ¿necesito darle algo?- Dije muy rápidamente.
-Por mi no te preocupes, dos yo te daré lo que tienes que darle y por último lo vas a hacer dentro de
... 10 minutos- Comentó Miranda con una gran sonrísa en el rostro.
-¡¿DIEZ MINUTOS?! Eso es demaciado pronto, no podre- No alcancé a terminar cuando ella se levantó y salió del aula donde nos encontravamos- ¿a dónde va?- Le pregunté a Francisco.
-A conseguir las cosas, daaaa.
Justo 8 min. después regresó con un gran ramo de flores, un osito de peluche, perfume y una... cámara ¿enscerio? Convenientemente Neri había salido al baño.
No me dejó ni hablar cuando me estaba colocando perfume por el cuella y las muñecas. Justo después puso la pequeña cámara detrás de su mochila en una butaca.
En cuanto terminó Neri entró de nuevo al aula y sin perder tiempo ella se le acercó y empezó a hablar con él.
De hecho lo tomo de las manos y jugueteó con ellas, después lo condujo a un pupitre donde se sentó y después Neri en las piernas de ella, algo muy común en ellos dos, pero en este momento me molestaba exageradamente mucho, verla colocar sus manos en la cintura de él y ver como Neri se sonrojaba.
Sonó el timbre y me hacerque furioso a ella.
-¿¡POR QUÉ?!- Le grité. Vi como Neri se baja de sus piernas apenado y Miranda se paraba y con una sonrisa se me hacercaba y me susurraba al oido.
-No la cagues, celoso.
Y con eso se salió del aula, donde Francisco la esperaba para poder cerrar la puerta del salón con llave. Yo veía todo incrédulo, desde una de las ventanas Miranda hacia girar las llaves en su dedo sonriendo de forma victoriosa.
No reaccione hasta que me acorde de que Neri estaba conmigo en el salón.
Me giré para mirarlo, él también parecia muy confundido.
Nos miramos por un rato hasta que decidi romper el silencio.
-Esto es muy raro, pero no voy a desaprovechar esta oportunidad- le dije muy seguro.
-¿A que te refieres?- me preguntó curioso, debajo de sus lentes un brillo de ¿esperanza? dio un destello.
-Lo que que quiero decir es que- lo tomé por sus manos, igual que había hecho Miranda hace unos minutos- Hace mucho que he querido decirte esto. No se como pasó, pero sin duda no me arrepiento de nada. Neri... me gustas. Todo de ti me encanta, amo que seas tan timido y tan calmo siempre, me encanta lo hermoso que se ven tus ojos con tus lentes, me encanta como muerdes tu pluma cuando te concentras pensando en algo, me encantas todo tú, tu cuerpo, tu mente, tu personalidad, me traes hecho un lio, estoy loco por ti, te amo.
No se a dónde se había ido mi timidez, pero en ese momento agradecia su desaparición.
Por otra parte Neri estaba completamente sonrrojado y sus ojos brillaban una manera completamente hermosa.
-Ar-armando... yo... yo también te amo. No sabes cuanto había estado esperando este momento, muchas gracias- Neri se me abalanzó y me abrazó por el cuello, tardé un poco en reaccionar, pero en cuanto lo hice lo tomé fuertemente de la cintura apretandolo contra mi.
Cuando nos separamos tomé valor y lo acorralé contra la pared, él me sonrío. Lentamente me le fuí acercando hasta que quedé a escasos centímetros de su rostro, nuestras respiraciones se mesclaban y en todo el lugar solo se podia oir el susurrar del viento. Vi como Neri cerraba sus ojos dandome el permiso de continúar.
Nuestros bocas se unieron lentamente, con el amor y la delicadeza mas suave que jámas había sentido en toda mi vida. Nuestros labios se movian al compás del otro, era un beso lento, donde ambos podiamos deleitarnos con el sabor del otro.
Cuando nos faltó el aire nos separamos, todo parecia tan irreal, tan perfecto. No pasó mucho para que nos volvieramos a besar, y que todo quedara en segundo plano, las flores, el oso, Miranda, Francisco, el mundo.
En ese momento solo queria disfrutar de ese precioso ser que ahora tenia abrazandome fuertemente.