Capítulo 1 - De las más buscadas

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El atardecer ya se había puesto en el horizonte y muchas personas tomaban el rumbo a sus hogares para descansar y terminar el día... sin embargo, para otros solo acababa de empezar.

-¡¡Al ladrón!!- Gritaban tres guardias que perseguían una silueta que hacía todo tipo de acrobacias hasta subirse al techo de un edificio.

-¡Oh vamos! ¡Ni que al duque le echase en falta una de sus millones de piedras preciosas!-. Se burló la silueta con tono despreocupado. Cuando quiso volver a mirar a los soldados ellos estaban llamando a otros compañeros que iban subiendo al edificio.

-¿Tantos soldados de la guardia contra un simple ladrón? Que injusto-. Se apresuró y fue saltando de techo en techo hasta llegar próximo al final de la ciudad junto al bosque donde se encontraba una barrera de guardias inesperados.

-¡Wow! ¡Esta vez se superaron chicos! Pero no tengo tiempo para aplastaros ahora, fue divertido-.
Pegó un salto entre los guardias que empezaron a tirar flechas que desprendían un aroma hipnótico.

La silueta cayó de rodillas y se tapó el rostro.
-¡Maldicion!-. De inmediato ya estaba rodeado por muchos guardias que lo cargaron una vez ya no podía mover ninguna parte de su cuerpo, cayendo en un sueño profundo.


Esto me pasa por distraerme, hubiera sido un buen momento para ver las joyerías por si me daba tiempo a coger algo más.
Uhm...

Creo que no me he presentado..., la escritora parece estar en una nube, pero se supone que yo narraré esta historia. ¡Un placer!

Mi nombre es ___, estoy es busca y captura en todo el continente, en toda esta unión de países de la misma tierra.

¿Por que? Jaja. Bueno, me gusta hacer alguna que otra travesura y ganberrada, además de que tengo muchos trabajillos que me mandan hacer algunos grupos. He trabajado para todo tipo de fugitivos y escandalizadores como La Garra del Mar..., aunque estos acabaron siendo pillados. Ya sabía yo que desde un principio no eran más que piratas al timón de un velero y siendo dirigidos por una mequetrefe masoquista.

Aunque ahora no estoy en buen lugar para quejarme... , je. Me acaban de captura y seguramente para cuando despierte estaré en una celda donde me encontraré a un líder de una banda o con suerte al superior de los guardias, eso... sería divertido.

Creo que ya me dejaron.., es hora de que empiece mi parte favorita.

-¡Aaaagh! ¿Nunca os han enseñado a ser cuidadosos con los prisioneros?- Desperté algo aturdida y observando a mi alrededor.

Efectivamente estaba en una celda donde había guardias mirándome y otros vigilando erguidos un largo pasillos del que parecía ser la única salida. Pero yo siempre digo que hay más de una salida.

-A la escoria como tú se le debe tratar como basura, ni siquiera mereces que traten como persona-. Sonó una voz firme que resonaba del pasillo. ¡Me había tocado el gordo! El jefe de la guardia imperial. Si era cuidadosa podría llevarme un grandioso lote de espadas y medallas de honor.

-¡Que lindo cumplido mi general!-. Me reí de el para provocarlo. Mientras que ese robusto general de dos metros se acercaba a las rejas y me observaba de arriba a abajo a distancia.

Estaba atada con cuerdas de pies a manos, aunque en un principio también me había vendado los ojos, cosa que me deshice del dichoso pañuelo rápidamente. Detesto la oscuridad plena... me gusta trabajar en la noche, pero eso de abrir lo ojos y aún así ver que todo a tu alrededor es del color del gato de la mala suerte es agobiante..., me da un poco de miedo. ¡Solo un poco! No se burlen de mí.

[ Obi x Tú ] En busca y capturaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora