Las notas de Travis & Katie (°3)

Katie 14

Katie se puso los lentes de sol en su rostro y dejó de fruncir la vista. Era un día muy soleado y caluroso, por ello estaba haciendo la tarea con Travis en el jardín trasero.

—¿Esa es la piscina en donde tiraste el libro? —preguntó la chica.

—Síp.

La puerta del jardín se abrió y salieron Miranda y Connor con unos vasos de vidrio que contenían coca-cola con mucho hielo. Le dieron un vaso a cada uno.

—¿Ya se van? —preguntó Travis.

—Sí, tenemos que darnos prisa antes de que comience la película. —le dijo Connor. —Se quedan solos, chicos. No hagan cosas malas mientras no estamos, ¿okay?

—¡CONNOR!

La pareja se fue en medio de risas mientras que los otros dos se colocaban un poco rojos pero todavía molestos. Katie comenzó a escribir la siguiente operación sin darse cuenta que Travis la estaba mirando disimuladamente mientras escribía. Travis sonrió al ver lo linda que se veía su amiga escribiendo. Bueno, ella siempre se veía linda.

—¡Travis Stoll! —gritó la voz de una chica al otro lado de la cerca que divide su casa con la de los vecinos.

—Oh, mierda. —murmuró.

—Oh, no. —dijo Katie.

—¡Oh por Dios! —gritó la otra muy emocionada. Comenzó a gritar mientras comenzaba a cruzar la cerca de casi dos metros de altura.

—¿Quién es ésa? —le preguntó en voz baja Katie. No hacía falta debido a los gritos d la chica.

—Es la sobrina de mis vecinos. Vino el año pasado y se quedó unas semanas. Tuvimos algo, ya sabes.

—Ajá...

—Ahora eres mi novia si no quieres que salga con esa loca las tres semana su se queda al año. —le dijo Travis.

—¿Qué? —preguntó incrédula la otra.

No pudieron seguir debido a que la muchacha ya había llegado y abrazó muy fuerte a Travis. Katie tenía que taparse los oídos si no quería quedar sorda.

—Hola, Jackeline... —dijo incómodo.

—¡Ha pasado tanto tiempo!

—Sí, bastante tiempo...

Jackeline era una chica delgada y un poco más alta que Katie. No tenía cuerpo voluptuoso como otras chicas que hubiese visto Katie (o como ella), pero tenía unos ojos avellana hermosos, pecas y el cabello azabache. Era un lindo rostro. Y una alegre y nada amargada actitud...

—¿Y quién es ella? —preguntó Jackeline.

—Ella es mi novia Katie.

La sonrisa de Jackeline se tambaleó un poco. Por un segundo. Quizás sólo una mujer lo hubiese notado, porque Travis no se dio cuenta a diferencia de Katie.

—¡Oh, cielos; es un gusto conocerte! —le dio a Katie un abrazo que no se esperaba.

—Eh..., a mí también, Jackeline. Travis me ha hablado mucho de ti...

—¿Te dijo que salimos por un tiempo? —preguntó emocionada.

—Sí, por supuesto. Demasiado en realidad. —mintió la muchacha.

«No me lo acaba de decir para evitarte románticamente hablando». Se dijo Katie para sí misma.

—Sí, como sea, Katie y yo estamos haciendo una tarea de álgebra. Podemos salir los tres en la noche si tú--

—¡Por supuesto que sí, Travis! —gritó Jackeline. Les dio otra abrazo de despedida y volvió a pasar la cerca sin esfuerzo.

—Uff, eso estuvo cerca. —dijo Travis.

—¿De qué hablas? Ella es muy divertida, bonita, alegre y te quiere. No entiendo por qué no querrías salir con ella. —le dijo Katie.

—No lo sé, creo que no me gustan las chicas como ella. En mí funciona mejor "los opuestos se atraen" que los iguales. —comentó Stoll.

***

Travis se quedó solo en su casa. Connor todavía no llegaba y Katie ya se había ido, pero regresaría para ir con Jackeline a comer algo. Subió a su habitación y buscó su cuaderno de álgebra donde había una nota de Katie.

«Travis, en mí también funciona lo de "los opuestos se atraen". Entendí la indirecta que me diste.

No estoy segura de si me lo dijiste bromeando o lo decías en serio y de verdad... te parezco atractiva. Sólo quería que supieras que tú a mí sí.

Con odio,

Katie.»