Si estas leyendo esto probablemente yo ya no existiré.
No me intentéis buscar creo que se demasiado y ellos también lo creen.
Empezaré presentandome mi nombre es Jack, Jack Gundersen. Mi nombre no tiene ningún motivo especial simplemente les gustaba a mis padres. Vivo en un pueblo cuyo nombre no mencionaré, solo por seguridad. Vivo con mi madre y mi hermana pequeña Mary.
Mary, ese nombre a diferencia de la simplicidad del mio este contiene un significado muy importante, mas adelante descubriréis porqué.
Mary tiene 5 años recién cumplidos, es una chica muy inteligente para su edad y tiene algo especial que le hace destacar entre los demás. No es su cabello dorado ni sus ojos de color azul cristalino. Supongo que simplemente tiene una luz que la hace especial.
Mi madre, todavía es joven tiene 38 años, es una heroína para Mary, una guerrera para sus amigas y para mi es la persona que mas quiere a sus hijos en el mundo. Ella sola fue capaz de darnos una vida agradable a mi y a Mary.
A los 21 años la muerte de su marido, a los 22 mi nacimiento, a los 33 el hallazgo de una cesta enfrente de casa con una niña y con una nota que ponía: Quererme por favor. A mi madre esa imagen le llenó la cara de lágrimas. La niña de dentro de la cesta lloraba , pero a diferencia de los llantos de bebé que había escuchado hasta entonces, en su expresión se notaba la pena, el dolor, como si supiera lo que había pasado.
Ese día fue cuando empezó todo, antes del hallazgo tuve el día mas extraño de mi vida. Recuerdo que me costó dormir, supongo que seria porqué mamá me hablo de él... De papa. Nunca antes lo hizo, ni me preocupaba por que lo hiciera sabia que hablar de papa le dolería por eso mismo nunca insistí. Ese día mientras la brisa nocturna que atravesaba mi cuarto acariciaba mi cara yo veía una de mis películas. Al rato escuché a mama llamarme con voz insegura y triste, por alguna razón me sentí culpable. Mientras bajaba pude ver como su cara pálida mostraba tristeza. Cambio esa expresión en cuanto me vio por una sonrisa un tanto inquietante y considerablemente exagerada.
-Ven Jack, toma asiento.
-¿Que ocurre mamá?
-¿Recuerdas lo que te dije de papa?
Un escalofrío recorrió cada rincón de mi cuerpo. Hasta aquel entonces ese tema fue un gran tabú. ¿Qué le contestaba? Claro que lo recordaba, un recuerdo que se desvanecía con el tiempo, recuerdo esas palabras frías de mi madre. "Tu padre fue una gran persona, no te abandonó como otros seres crueles hacen. Él te amaba con todo su corazón... Pero hubieron complicaciones con el parto y tu padre tuvo que entregarse para que pudieras ser un niño feliz." Al final mi instinto habló por si mismo.
-Lo recuerdo mamá.
-Bien, pues hoy creo que ya eres suficiente mayor como para entender diversas cosas. El día de tu nacimiento tu padre tuvo un problema, en el trabajo, cometió el peor error que alguien como el podía cometer. Él tenia una habilidad, podia ver cosas que los demás no podían. Esas cosas no las podemos tocar ni ver, pero ellos a nosotros si y quieren hacernos daño.
-¿Entonces que tiene de malo?
-Jack el problema es que... tu padre ya no trabaja para ayudar en contra de esas criaturas, ahora es un....
*Ding dong* Mi madre paró la frase y su cara se entristeció aun más. Decidí darle un respiro e ir a abrir la puerta. Al principio pude diferenciar una sombra entre la espesa y protectora oscuridad. Noté como si me mirara con unos ojos brillantes en llamas azules y al instante desapareció entre la oscura noche. Cuando mi mente volvió a estar en blanco, llegó a mis oídos el llanto. Nunca lo olvidaré.
ESTÁS LEYENDO
La oscuridad que nos acecha
Mystery / Thriller"Cuando se apaga la luz. No se pierden los colores: llegan ellos."