capítulo 7

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N/A: Antes que nada diré que este capitulo me da un poco de vergüenza, pero bueno, la historia es así... jajaja.

CUATRO AÑOS DESPUÉS.

La vida matrimonial de Cesar era un asco y cada día que pasaba se sentía más encerrado en el frío e insustancial mundo que su padre había formado para él. Su insoportable e irritante mujer no dejaba de fastidiarlo cada día, a sabiendas que tenía la protección del amo y señor de las industrias More. Al fin y al cabo él se había convertido prácticamente en un pelele, en un títere de las conveniencias de su padre y su imperio. Prefería ahogarse en el trabajo todo el día, aunque ni allí descansaba, su padre venía desde hacia dos años reclamándole que quería que le diera un nieto, cuando él ni siquiera era capaz de tener relaciones sexuales con la viperina mujer que tenía por esposa. Las veces que habían estado juntos era por cumplir con el "deber", y había tenido que tomar un par de tragos y una pastilla azul, para lograr mantener la erección, puesto que ella no le provocaba ningún deseo, por muy hermosa que fuera, por lo cual la desatendida modelo le gritaba todo tipo de insultos siendo "impotente" el más usual. Cesar hacía años que no tenía una relación sexual satisfactoria, de hecho la última vez que  disfrutó de un encuentro sexual fue con Ryu, en el resort donde lo tenían cautivo. Pero al pensar en él, realmente esperaba que todo el esfuerzo estuviera valiendo la pena, y que al menos él estuviera siendo feliz en américa, aunque desde la última vez que lo vio en el baño del aeropuerto, no había vuelto a saber nada más de él.

Lo bueno de trabajar junto a su padre era que ahora conocía mucho del negocio, y también algunas cosas de lo que se movía por debajo de este, lo malo de trabajar con su padre, era que siempre estaba siendo vigilado por el suspicaz Demian, y aún después de cuatro años no se fiaba de él, y cada cierto tiempo le recordaba que el acuerdo seguía vigente.

Industrias More era una de las empresas con más alto crecimiento en los últimos años, tenía una reputación intachable, al igual que la familia, cuya imagen publica estaba entre las mejores valoradas de la zona, aunque realmente, "corría mucha agua por debajo del puente."

En apariencia, Cesar More se veía, públicamente, como el frío y arrogante hijo del mega empresario, un alto ejecutivo, poderoso, eficiente y locuaz, que a sus 26 años y con un master en comercio y economía, era quien había logrado posicionar tan excelentemente el imperio de su padre, el que tenía un matrimonio feliz, junto a una bella esposa. Pero en su vida privada, Cesar sabía que no era así, su vida era un desastre, triste, fría y vacía, tal como lo había sido antes de conocer a Ryu.

El alcohol se había vuelto buena compañía, cada vez que podía darse el gusto de tener una discreta borrachera dentro de su propia casa. Ya su padre le había llamado la atención varias veces, pero era lo único que le ayudaba a olvidarse de todo.

-Otra vez estás ebrio, Cesar. -replicó molesto su padre.

-No lo estoy, papá, es sólo que la maldita bruja que metiste en mi cama como mujer, me tiene hasta el gorro.

-Si fueras más amable con ella, trátala mejor, llévala a comer, regálale rosas, a las mujeres le gusta ese tipo de cursilerías. -dijo con desdén.

-¡Le regalaría un bozal y yo mismo se lo pondría! -Resopló.

-Así nunca vas a mejorar las cosas. No es necesario quererlas, sólo hay que mantenerlas contentas. Si ellas están contentas, ellos estarán tranquilos; es una gran verdad lo que te digo; no hay nada peor que una mujer insatisfecha.

-Ya es suficiente con tratar de mantenerte contento a ti ¿No crees?

-Hasta ahora has hecho un buen esfuerzo; nuestro imperio crece, pero te necesito con la mente clara y despejada en el trabajo, y bebiendo no lo vas a conseguir.

EL PRECIO DE AMARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora