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Estaba a punto de ahogarse en la desesperación por varios motivos teñidos de un color a su imagen y semejanza. Creer que esto podía empeorar era imaginable, o eso pensaba hasta que se percató en su lucidez hallándose en la insalubridad de los baños, pensé "¿En serio mi humillación será en un escenario tan indignante como lo es este?".

Obviamente tenía que escapar de la misma manera que lo haría un cobarde, y fugarse de ese baño que tenía en las orillas repugnantes hongos de una tonalidad verdosa, pero lo que iba a ocurrir deslumbraba en su mente tan clro coml el agua, aunque escapara debía luchar sin importar que hiciera para evitarlo, y ese no era el principal problema si no que debía hacerlo con un hombre de ese tamaño de dura musculatura, que al contrario de el de estatura promedio, y de complexion delgada como un adolecente, era  un rival fácil de vencer, además sus carentes habilidades de defensa no aportaban una ventaja, aunque de por si la forma íntegra de Oliver no demostraba precisamente una ventaja real. El no era nada a diferencia del criminal de cuerpo marcado oscuro y de miembro prominente, que notoriamente tenia su raciocinio en sus puños.

Miro por unos minutos a Alex, el chico que aún no se movía de la ducha observando al igual que un espectador de una pelea, si es que se podría llamar pelea. El muchacho de estatura un poco baja dentro del promedio, poseía cabello castaño, y estaba empapado con pequeñas gotas agua, que caían en su rostro cerca de sus ojos rasgados de origen asiático, y de su nariz pequeña, para terminar en sus labios gruesos. Los ojos castaños del sujeto, le llamaron enormemente la atención, y su blancura era tan parecida a la del prisionero Robert de la cicatriz, aunque esto era lo único que tenían en común en apariencia. No transmitía la sensación abrumadora, que tenían cada uno de los que vivían entre las murallas, en vez de eso poseía  una expresión tranquila y apacible, no obstante esto no quitaba el hecho de que no sabía que esperar de su acompañante de amoríos, caracterizado por seguir sus impulsos.

Los ojos claros de Lucas reflejaban de modo de espejo, su figura insegura, asimismo sus intenciones nefastas. Ciertamente esto no producía gran satisfacción a ninguno de los dos muchachos. La pareja se separara y Lucas con un paso ligero se dirigió a nuestro temeroso hombre.

-¿Que estás haciendo? va a venir el guardia dentro de poco.

-Voy a sacar la basura-.Contesto intransigente a su pareja.

Lo sostuvo en sus brazos fuertemente moviendo su cuerpo al igual que una pluma, cuando lo ataco con agilices, y con una fuerza descomunal tiro a Oliver contra la pared, que daba a la salida de los baños, provocando un fuerte sonido en el interior de la habitación. Estando en el mugroso suelo, que le evocaba a flor de piel repulsión tanto que su único anhelo genuino era vomitar, pero no fue posible debido a que por el duro golpe que recibió en el impacto, perdió lentamente la consciencia. Se le pasaron tantas ideas por la cabeza para matarlo en ese instante, tales como tomar la cortina del baño y ahorcarlo hasta que no pudiese respirar, pero le faltaba recordar un detalle él era igual que su agresor o incluso execrable.

El miembro que colgaba de su cuerpo junto con sus testículos, las largas piernas que poseía, lo observaba desde arriba dándole una posición perfecta, para sentirse Lucas como un ser superior, burlándose de la debilidad de Oliver.

-Fui nuevo alguna vez, pero nunca fui tan imbécil para no saber que si alguien esta cogiendo hay que respetarlo, si vuelves a molestarme para la próxima no será un golpe, ahora lárgate de mí vista.

Tomo las ropas suyas y a las pertenecientes de Alex, como señal de que debían vestirse con rapidez e irse juntos, ambos en silencio ignoraron al ser que estaba tirado en el suelo, retirándose con total calma. Lucas tomo la mano de Alex estando vestidos con un cariño que lo hacía irreconocible, quizás deseaba tranquilizar el miedo que podría sentir su amado, o solo estar en contacto con su novio, que para su lastima no tenía interés por ninguno de sus "avances" en el noviazgo.

Un instante casi inmortalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora