¿Te atreves?

Capítulo 2.

—Buenos días..-Bostecé estirándome un poco.-Nunca entenderé por qué bostezo cuando acabo de levantarme, si se supone que eso se hace cuando tienes sueño, cuando estás con poca batería en el cuerpo.-Hice alusión a ello hablándole a la sombra que tenía un niño en brazos. Era compañera de habitación de Alysson, otro de sus planes para que no supiese quien trabajaba este año allí.

El día anterior estuvimos solo nosotras, Aly me dijo que quería llegar un día antes para tener todo listo.

—¿Quieres conocer ya a los empleados?-Asentí y fui a cambiarme, me quité el pijama, constaba de dos partes, la de arriba, de un verde oscuro, y la de abajo, de cuadritos muy pequeños y blanca con las líneas de éstos verdes. Al cambiarlo me puse una camiseta azul y unos vaqueros con roturas, pero no muy gastados. Me quité la coleta y me cepillé el pelo hasta dejar mi larga melena castaña suelta, me arreglé un poco el flequillo y me miré en el espejo de cuerpo entero, estaba ahí desde que era pequeña, el reflejo había cambiado un poco. Estaba pensando en cambiarme el pelo cuando Aly me hizo salir de mis pensamientos.

—Parece mentira que no sepas lo que te vas a ensuciar aquí, menos mal que tú das las clases de canto.-Sonreí y recordé cómo era aquella habitación donde quería pasar horas y horas, tenía ventanales transparentes que daban al lago, lo teníamos justo al lado, el suelo de tarima y las paredes tanto trasera como delantera tenían un color que siempre me transmitió calor, era canela, con algunos detalles en marrón, sin embargo, las luces eran lamparas alargadas que caían del techo por un cable horroroso y de color gris oxidado, era un sitio de estrellas excepto por eso y aquel lugar no había cambiado nada, que las clases de canto cambiaran o no, eso era cosa mía ahora.-Demi, aquí todos te conocen, si no es de otros años, será porque ahora eres famosa. Me extraña que no hayan venido paparazzi y fans a verte.

—No soy tan famosa, bueno, sólo aquí en California, y porque algunas radios me ponen, pero yo quiero ser mundialmente conocida, no sólo aquí.

—Tiempo al tiempo, este campamento te hará más famosa.-Salí de la habitación dirigiéndome a la cocina, y ellos me siguieron.

—Tengo una duda. ¿Por qué has dejado lo de ser compositora para cocinar?-Saludé a un niño que asomó por la ventana alzando la mano alegremente.

—No quería tener que pagar y alimentar a otra boca más, no queda mucho sitio y sabes que soy la dueña de esto ahora, quiero hacer un trabajo admirable como fue el de tu madre.-Suspiré y me mordí los labios al acordarme de ella, no quería llorar.-Perdona Demz, no quería recordate eso. ¿Estás bien?

Sacudí la cabeza y fui al comedor, debía de haber ya un par de empleados al menos por allí. Y no me equivoqué, había un par de chicos de espaldas, miraban a la puerta, viendo como empezaban a llegar caravanas.

—Buenos días, yo soy Demi y vosotros...-Hice un gesto con la mano para que continuasen y me dijeran sus nombres cuando se dieron la vuelta.

—Buenos días, yo soy Carlos.-Lo dijo con un acento extraño, seguro que no era de aquí, tenía el pelo oscuro con unas mechas rubias y la piel algo oscura también, de haber tomado el sol seguramente. Extendió la mano y yo se la di, estrechándola un par de veces se la llevó a los labios y la besó.

—Y yo soy Tami.-Lo que creía que era un chico se quitó la gorra y dejó var su pelo que cayó, era oscuro y le llegaba hasta los hombros. Nos dimos dos besos y después Carlos colocó el brazo sobre sus hombros, estrechándola contra él.

—Bueno y.. ¿De qué seréis profesores?-Esperaba que me lo dijesen ellos, pero estaba siendo más difícil de lo que pensaba. Se miraron ambos y se rieron al oír mi pregunta.

—No venimos a trabajar, venimos a disfrutar del verano.-Levanté una ceja.

—¿Qué edad tenéis? Creí que veníais a trabajar porque parece que tenéis mis años...

—Tenemos diecisiete.-Abrí mucho los ojos.

—Creí que teníais más.-Solté una risita.-Bueno, pues os veré por la clase de canto.-Me dieron un abrazo ambos y me pidieron que firmase un autógrafo. No sabía que eran fans, quizás por eso apenas hablaban.

Fui a la cocina de nuevo y me lavé las manos, estuve dos horas ayudando a Aly, pusimos la radio y sonó Born this way de Lady Gaga. No he tenido la suerte de coincidir con ella aún o, al menos, de poder hablar un poco. Cuando acabamos de preparar lo que iba a ser parte de la comida, salí de nuevo, y esta vez sí encontré a alguien y bastante conocido.

—¡Joeeeeeee!-Me lancé a sus brazos y este me abrazó levantándome en el aire.-Menos mal que has vuelto, hacía tanto que no te veía, como has cambiado..-Hablaba muy rápido, estaba nerviosa, era de mis mejores amigos cuando estuve en el campamento junto a sus hermanos.-¿Dónde están Nick y Kev?