Capítulo 2
(día 1 de recuperación, viernes)Resulta que desperté con todo el maquillaje corrido, tenía comezón en la frente y ahí me di cuenta de lo que había hecho ayer. Me lavé el rostro como pude y medité frente al espejo en cómo estaba actuando, pero me rendí, me daba igual. Tampoco iba a usar maquillaje en casa, o quizás sí, más bien algo reducido porque no quería llamar, aún, la atención de mamá. Afortunadamente es invierno, busqué un gorro naranjo que nunca usaba, tiré el flequillo hacia atrás y me lo coloqué. El día estaba lluvioso, por lo que tendría justificación usarlo, aunque no iba a faltar la pregunta con respecto a que nunca suelo usar gorros.
Bajé a la cocina y ahí me serví dos vasos de agua, cosa que me había recomendado el Dr. Smith, harto líquido. Mamá apareció de inmediato.
-¿Te ha dolido la cabeza, haz tenido algún malestar?
Aún tenía el último sorbo en la garganta, no podía contestar.
-De todos modos, compré ibuprofeno, está en el segundo cajón del estante por si es mucho el dolor. También compré pañuelos desechables, se te acabaron. -dijo preocupada.
-Estoy bien, y gracias por los pañuelos, me hacían falta.
-¿Y ese gorrito tan colorido? -como lo sospeché.
-¿Esto? -señalé el gorro -Ah. Vah, no es nada, sólo por precaución. Lo tenía escondido por ahí, me acordé que existía... Y emm... Como hace tanto frío quiero evitarme un fuerte dolor de cabeza.
-¡Ah! -ella, incrédula como siempre, calentó la leche con el seño confundido. Le ayudé con las tostadas y el jugo de naranja. Hubo cinco minutos en silencio, hasta que continuó:-Estuviste toda la tarde de ayer encerrada en tu dormitorio, ¿Qué hacías?
-Leía un libro.
-Toda una saga dirás... -sirvió la leche.
-Puede ser.
-Hallie, yo...
-Ahora no mamá. Además, el tiempo corre, -tomé un sorbo largo de leche.
Comimos tostadas con mermelada de fresas, leche, jugo de naranja y esos frutos secos raros que mamá ultimamente ha comprado. Estaba atrasada para ir a su trabajo, comió muy rapido, y mientras lo hacía, de la nada dijo:
-La señora Clara vendrá hoy para ti. Le pedí que te vigilara mientras estoy trabajando. Llegará antes del medio día a prepararte el almuerzo.
-¿Contrataste a una niñera para cuidarme?
-Hey, vendrá a ratos. No estará todo el día cuidandote como una niñera. Se agradecida.
No dije nada más. Después de todo la señora Clara es una buena mujer. Vecina de toda la vida, nos vió crecer, nos apoyó después de todo lo que sucedió con papá, podría decirle samaritana. Ya está un poco entrada en edad, va para los sesenta años, pero parece de setenta. La ayudamos de vez en cuando. Lo más probable es que se niegue a recibir algo a cambio de mis "cuidados o vigilancias" porque según ella no le falta nada, pero mamá insistirá en decir que dar nunca está demás. Lo bueno de todo esto es que el almuerzo será exquisito y nada light como prepara mamá, que está a dieta.
Le dieron las siete y media de la mañana, por lo que tuvo que usar el auto. Es raro, debería usarlo siempre, así no espera el taxi ni el metro, ni nada. Pero ella quiere ahorrar. Por una parte es bueno, porque su trabajo es bastante lejos, y la bencina últimamente ha estado alta en costo. Siempre ha sido puntual en su trabajo y pareciera que lo ama, ha durado harto donde está. Una vez me dijo que cuando estudió auditoría, su sueño era trabajar en algún Banco bien nombrado, lo que es chistoso, porque trabaja de contadora en un Banco privado. A pesar de todo, ella dedica el mayor tiempo posible en mí, y cuando no está presente se preocupa, es por eso que la señora Clara entra al baile.
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Colorín Colorado... Este cuento, ¿Se ha acabado? (EDITANDO)
RomanceSe entiende que por ley de amistad, el amigo o amiga debe cederle en ciertas maneras todo el cariño posible, ya sea haciéndoles notar que le importa, compartiendo buenos tiempos, dedicándose mutuamente; entregar amor. No importa la edad. Pero a pesa...