Capítulo 7: La llegada de más problemas.

234 37 26
                                    

Jiho estaba en su casa, recostado en su enorme sillón color negro, con la espalda apoyada hacia atrás, mientras miraba unos papales y se fijaba con detenimiento cada detalle. En cualquier momento, sus parpados iba a cerrarse por completo y solo quería darle una par de leídas más, antes de irse a la cama.

Escucho unos pasos acelerados que se acercaban hacia su persona, no necesito saber quién era, es tipo de andar tan descuidado lo conocía demasiado bien.

- Taeil, ¿no sería bueno que anunciaras tu llegada a mi casa? –pronunció, sin siquiera voltear y dejo los papeles a un costado del sillón, se saco los anteojos y estiro los brazos– ¿Dónde están tus modales?

Taeil se puso delante de Jiho, se paro firme y luego con las manos fue acomodándose la corbata. Jiho siempre le parecía peculiar la forma tan correcta de vestir de Taeil, estaba fuera del horario de trabajo y a pesar de eso, siempre que irrumpía a su casa, vestía de traje y mantenía demasiado las formalidades con él. Tanto años conociéndolo y nada había cambiado.

Ahora lo estaba mirando seriamente, junto los brazos cruzados y meneo su cabeza, su mandibulada parecía ponerse rígida y supo que Taeil, si pudiera echaría humo por la cabeza.

- Tu padre –dijo mordazmente, tratando de no gritar.

- ¿Qué pasa con él? –ahora entendía porque Taeil estaba con cara de querer matarlo.

- Supe que no has enviado nadie por él –con la voz sumamente aterradora –Quiero creer que no lo hiciste a propósito –riéndose nerviosamente, parecía perder la calma que tanto estaba manteniendo.

- No lo hice –mientras bosteza fuertemente, sabiendo que eso haría que Taeil perdiera los estribos.

- ¡JIHO! –grito fuertemente y parecía que el aire de los pulmones lo había expulsado por completo.

Ambos no dijeron nada y Taeil, estaba por querer darle un buen golpe, estaba indignado ante tanta falta de respeto y le era inconcebible que Jiho fuese tan inconsciente con su propio padre, apretó fuertemente los puños, tratando de calmarse y tener el dominio de su carácter.

Jiho, miro su reloj y se paro.

- Tenés una muy mala imagen de mi persona –sacudiendo su camisa blanca –no me llevare bien con mi padre pero no haría semejante estupidez, Jiseok me daría un buen golpe y no tengo ganas de tener, otra vez, su puño en mi rostro.

Taeil no comprendía lo que le decía Jiho, entonces la puerta sonó fuertemente.

- Ese debe ser mi hermano –con tono aburrido –Al menos él toca la puerta –se dirigió a abrirle y en efecto lo era.

Jiseok se adentro en el lugar y miro, gravemente a su hermano, miro a Taeil y le hizo una señal de saludo y volvió la vista a Jiho.

- Supe que no enviaste a nadie por nuestro padre, me parece una locura que supera lo absurdo y más cuando estamos en zona de guerra ¡¿Qué carajo paso por tu mente?! ¡Eres un estúpido o qué! ¡Mierda es lo único que tenés en esa cabeza!

Grito tan fuerte que se escucho como un gran eco por toda la casa, cada palabra pronunciada fue dicha con total ira y Jiseok, estaba jadeando y caminaba alrededor de Jiho al decir aquello.

Taeil estaba sorprendido por la actitud de Jiseok pero lo comprendía y de alguna forma estaba disfrutando lo que estaba viendo, se detuvo al ver a Jiho, creyendo que este estaría asustado o algo parecido pero más bien estaba bostezando y los ojos parecían que se le cerrarían en cualquier momento.

- ¿Terminaste? –dijo al fin Jiho –Primero Taeil y ahora mi propio hermano, ¿tan poco confiable soy? Mejor no me respondan ¿sí?

- Jiho...

Compláceme (ZiHyo)+18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora