El Malo (Inuyasha)

4-. Una vuelta por el hospital

- ¡Pero qué coño estáis haciendo! - grité mientras apartaba a los amigos de Wolf

Ahora la pieza faltante del rompecabezas encajaba, esto era lo que iban hacer, divertirse con una mujer para ellos era violarla. Dios... no me lo podía creer.

Ese Koga podía ser cualquier cosa pero, ¿violador?

Los cinco chicos empezaron a acercase a mí y yo simplemente me defendí.

- ¿Estáis fumaos? ¡Tíos, alejaos de ella! - grité cuando estuve delante de ella.

Nada, parecían zombis, mis manos se apretaron y empecé a pegarlos para que se alejaran, dos de ellos quedaron en el suelo, pero los otros tres me pegaron entre ellos.

Como bien sabes todos se fueron y yo acabé con la nariz rota.

- ¿Estás bien? - pregunté girándome hacia ella

La chica se abrazó a mí y se puso a llorar. Empecé a desesperarme, no sabía que hacer, ¿la abrazaba? ¿La decía que no pasaba nada?

Decidí darle unas palmaditas en la cabeza y susurrarle que ya había pasado todo. Pero después al ver lo afectada que estaba mis brazos rodearon su cuerpo mientras mi mano subía y bajaba por su espalda.

- gracias...- susurró

La muchacha pretendía irse, tambaleante, hasta su residencia supuse, pero no... ella estaba mal.

- Vamos, tienes que denunciar a estos capullos

- Pero...tu nariz

Me encogí de hombros.

- Pues iremos al hospital, tú también lo necesitas- dije y noté que tenía algunos rasguños.

Pero lo que más me preocupaba era su salud mental, seguramente estaba devastada. Pedí un taxi y le indiqué que fuera al hospital. La chica siguió llorando y supuse que era el shock, no me podía imaginar aquella situación en mis propias carnes pero, debía de ser horroroso.

Cuando llegamos nos hicieron esperar y yo solo pude maldecir.

- ¡Joder no se pueden dar prisa! ¡Hay una chica que necesita ver a un psicólogo o algo!

- Estamos dando nuestro mejor esfuerzo.

Bufé y me giré a ella. Estaba sentada en una silla en la sala de espera, con mi chaqueta sobre sus hombros, con sus manos cubriendo su rostro mientras seguía llorando.

- Pues no lo parece...- susurré

Miré la hoja que había rellenado la extraña del vestido azul y averigüé su nombre... Kagome

- ¿Qué tal estás? ¿Quieres algo de la máquina? - pregunté

- No me han tocado...- susurró- pero estoy temblando y me siento sucia.

Me agaché a su lado y la miré

- Es normal, acabas de vivir algo que no debería de pasarle a nadie, no es culpa tuya...- ella seguía sollozando- No soy bueno consolando a la gente, y menos a una mujer pero mira, alégrate de que no te pasó nada, de que estás bien y de que esos idiotas se llevaron la paliza de su vida... soy muy fuerte, ¿sabes?

- Te partieron la nariz- comentó

- Es que... me pillaron desprevenidos...

La chica hizo un amago de sonreír y entendí que era el shock y que, poco a poco ella se recuperaría y seguiría con su vida

- Gracias... gracias por todo...- dijo secándose las lágrimas y se quedó un momento pensando- No sé tu nombre

- Soy Inuyasha Taisho