Un Viaje Inesperado

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-Uff, por fin sonó la campana- pensé.

Salí del colegio mirando hacia el suelo, diciéndome a mi mismo:

-Tranquilo, algún día encajarás.

Ya estaba por llegar a casa, pero antes oí unos pasos acercándome a mí, creí que era mamá, así que volteé confiado y dije:

-Mamá.

-¡Ay que ternura! Creyó que era la mamita ¿Que haremos con él?- dijo uno de ellos.

-Quizá darle una lección.

-Así aprenderá que debe darnos lo que queramos.

Pero que rayos, eran 6 chicos, los que me fastidiaban en cada hora de mi vida, ya estaba cansado de ellos, pero no podía hacerles nada, ¡Ellos eran mas!

-Perdón, la próxima vez les daré lo que quieran, de hecho miren- dije muy preocupado mientras extendía 20 dólares.

Ellos se miraron entre sí y comenzaron a reír.

-¿Qué pasa?- dije

-Jajajajaja pregúntale a King.

-¿Qué? ¿Quién es él?

-Voltea.

Al instante giré y lo que recuerdo es que vi un puño acercándose a mi rostro, y luego caí. Desperté, estaba muy adolorido y mi nariz sangraba, caminé lo poco que me quedaba para llegar a casa y al estar frente a la puerta, busqué las llaves y para mi sorpresa no estaban, ¡Claro!, ellos habían sacado las llaves de mi morral, ¡AHHH! ahora tenía que esperar a mi madre.

Esperé mucho tiempo, y ya estaba cansado, tenía sueño y hambre, definitivamente quería entrar ahora, mi nariz sangraba cada vez mas, ya veía la sangre manchando mi camisa, y lo peor es que no quería que mi madre se enterará, me senté en el escalón de la entrada y sentí agua, miré hacia el cielo y si, estaba lloviendo, la lluvia empapó mi rostro y me limpio la sangre, pero aún así mi camisa estaba manchada, revisé en mi maleta y saqué mi bufanda, la enrollé  en mi cuello y cerré la cremallera de mi chaqueta.

Ya estaba un poco camuflado y quizá podía entrar desapercibido, me levanté y miré que a lo lejos venía mi madre, me puse mi maleta y le di un abrazo.

-Hola hijo ¿Qué pasó? ¿Por qué no estás en casa?

-No, no pasa nada, solo perdí mis llaves.

-¿Y los niños?

-Hoy le tocaba a Cristal recogerlos.

-Ah bueno- me dijo mientras abría la puerta de la casa.

No le podía contar lo que había sucedido a mi madre, se preocuparía demasiado.

-¿Y ese silencio qué?- me dijo.

-¿Cómo te fue en la escuela?- agregó.

-¡Eh! Bien mamá, otro día igual a los demás- le dije.

-Okey, eso me gusta, enorgulléceme.

Llamaron a la puerta y abrí, mis hermanitos salieron corriendo a abrazar a mamá.

-¿Y Cristal?- me pregunté.

Me asomé a la vuelta y la vi besándose con su novio James, agh me entré.

-Cierra la puerta-dijo mamá.

-Cristal está con James afuera-recalqué.

-Bueno, entonces diles que pasen.

Uish, que fastidio tener a éste tonto aquí en la casa.

-Entren, mi mamá los llama-grité.

¡Claro! , me sentí re bobo e infantil, jajaja, en fin, entré y le dije a mi mamá:

-Ya están aquí.

-Quítate baboso- me dijo James mientras me empujaba y entraba.

-Buenas tardes señora Victoria.

-¡Oh! Dime solo Victoria, que estamos entre amigos.

Mmmm,  que rabia, fui a mi habitación y me recosté en la cama, después me pasé la mano sobre el rostro y estaba mojado, corrí hacia el baño, me mire en el espejo y sangre, uh suspiré mientras me lavaba la cara, y al fin la sangre detuvo.

Caminé hacia mi cama y escuché ruidos que venían de la habitación de Cristal, fui hacia allá y vi a mis hermanos botando trozos de pizza en el suelo, no puede ser, si Cristal se entera los mata, fui hacia ellos y estaban llorando, los alcé y los lleve a su habitación, fui a buscar la escoba y el trapero y comencé a limpiar. Ya estaba mejor y no era tan notorio, así que fui al comedor a esperar.

Mientras estaba allí mi padre llegó.

-¿Cómo te fue en el trabajo?-preguntó mamá.

-Bien, empacando y entregando domicilios ¡que divertido!-dijo mientras se reía un poco.

-Adiós Victoria, adiós señor Cristofer-dijo James.

-No, quédate a cenar con nosotros.

-Ah bueno, entonces me quedo.

Aish si me arruinan la vida, que fastidio.

-¿Qué vamos a cenar?-le pregunté a mi madre.

-Hoy cenaremos ensalada de fruta, ya al rato llegan, ¡oh! Y tenemos una noticia que debemos contarles.

Bueno, imposible que fuera peor que todo lo que me había pasado. Llegaron las ensaladas y mi madre sirvió, dimos las gracias, y comenzamos a cenar, mientras cenábamos mi madre se levantó y dijo:

-Chicos nos mudaremos.

-¿Qué?-le dije.

-Pues si, nos mudaremos.

-¡No!, no puedes hacerme esto ¿Qué voy a hacer? ¿Y mis amigos?

-Jajajajaja-Comenzó a reír James.

-¿Amigos?-dijo Cristal.

-Pues si-le dije mientras me desboronaba en mi asiento.

Obviamente no quería quedarme, no tenía amigos, y todos me odiaban, pero si no me había acoplado acá en 6 años ¿Cómo lo iba a hacer en 1 día?

Terminé mi ensalada y me fui a dormir.

“Al día siguiente”

-Ahh-fue un gran bostezo.

Comencé a empacar mis maletas y luego me duché. Ya estaba listo para irme, bajé y estaban esperándome.

-Estamos listos-dijo mamá como siempre muy entusiasmada.

-Pero antes les tengo una buena noticia, James viajará con nosotros.

-¿Qué? ¿La única oportunidad para librarme de él y ahora resulta que lo tendré mas cerca? ¡Ahh! ¿Por qué el mundo me odia?-pensaba mientras hacia una cara de fastidio.

En fin, nos marchamos, ya al estar en el avión nos informaron que sería un vuelo largo, lo cual pensé que sería chévere ya que podía relajarme.

Bueno, quizá esto iba a ser algo que cambiaría mi vida para bien, lo que tenía que pensar era:

¿Estaré listo para el cambio?

Del Odio Al Amor Hay Un Solo PasoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora