La Tostadora y la llave

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"Matt y Tom se dan cuenta que su día recién empieza, accidentes pasan, objetos se pierden y Matt empieza a dudar sobre la magnitud del problema. También: pizza y donuts."

El sol se filtraba por momentos,
pero era anormal para un día de frío. Era  fresco, el viento ocasionalmente agitaba los árboles y las cortinas de la ventana.
Tom estaba acostumbrado a estar en el departamento de Edd durante el día, o mejor dicho, los tres estaban acostumbrados a estar ahi. Siempre y cuando que Edd estuviera presente.
Por eso no era raro que Edd cocinara para ellos, o que estuvieran arrojados en el sofá viendo alguna película vieja, i jugando videojuegos. Solo por eso, no se sentía diferente, nada. Como si el asunto de la mañana no había sucedido para nada.
Ni Edd ni Matt volvieron a mencionar sobre el ahora inexistente altar sobre la puerta del pelirrojo, ni la amenaza que había desaparecido.
Tom era escéptico, nunca creyó por un solo segundo que esto era algo real, pero el dinero no salió de su bolsillo, así que le daba igual.
Por lo tanto el día volvió a ser regular, otro más en sus vidas luego de una aventura, si es que Tom podía contar esta como una.
A diferencia de otras veces, todos estaban concentrados en distintas actividades. Edd como de costumbre últimamente, sentado en su escritorio cambiando constantemente entre mirar unos cuadernos y tipear algo en la computadora. Ninguno de los dos le pidió mucho detalle sobre cuál era el trabajo de medio tiempo que Edd habia conseguido hacia solo unos meses. Era sin dudas algo que era el fuerte de Edd, teniendo en cuenta como podía manejarse con el ordenador e internet.
Él podría parecer un tipo distraído y sin muchas luces, pero eso solo era el exterior. Mayormente.
Tom hubiera tomado las revistas sobre el estante para pasar el tiempo, pero estaba demasiado cómodo en el gran sofá por si solo, solo con su botella ya vacía sobre su mano derecha. A veces no hacer nada, y solo tal vez, ocasionalmente mirar la espalda de Edd mientras estaba ocupado, o ver a Matt...
Justo cuando pensó en donde estaría, como si hubiera sido invocado—el pelirrojo asomó su cabeza por la puerta de la cocina.
"Edd, Tom ¿Quieren té?"
El castaño elevó su mano y levantó su pulgar, lo cual fue suficiente para que Matt asintiera y dirigió sus ojos celestes a Tom. Normalmente con la distancia a la que se encontraban —y con lo borrosa que era su vision por la bebida— no debió haber identificado ningún gesto en los ojos de Matt como lo hizo. Sus orbes y la forma en  a las que  a sus  cejas se fruncieron fueron un lapso —tan rápido que Tom siquiera sabía si lo que vio había sido real.
El castaño claro salió de su trance y simplemente sacudió su cabeza— y la sonrisa de Matt había regresado. Él desapareció detrás de las paredes para hacer té.
  -x-
A Tom no le gustaba pensar en determinadas cosas; su padre, su infancia y la mirada de sus amigos.
Ocasionalmente atraparia a Edd de reojo cuando estaban en la secundaria, como juzgando sus acciones pero sin decir una palabra. Incluso Tord tenía un lugar en sus memorias, aunque todas ellas eran amargas y miradas de burla, esos ojos dorados mirándolo condescendiente lo enfurecían más que nada. Pero Matt, Matt era una historia particular.
Él más alto lo miraba, y Tom odiaba pensar que lo notaba más que cualquier otra persona. Pero Matt no denotaba burla, ni prejuicio; era extraño, tanto que Tom nunca quiso preguntarlo en voz alta. A veces elegía coincidir su mirada con el pelirrojo y sus orbes celestes se veían —bueno, tímidas. Algo que era poco particular en Matt, teniendo en cuenta su personalidad.
Tom querria decir que esas cosas acabaron en la secundaria, pero en realidad sólo se hizo menos frecuente, aunque no menos molesto. Matt no lo miraba tanto, pero cuando lo hacía, encontraba cosas como las de ahora.
No necesitaba a nadie preocupándose de él —Tom pensó, molesto— no importaba si eran amigos o no. Solo quería que lo dejarán tranquilo.
Algo quitó al más bajo de sus pensamientos, también a Edd de sus tareas. Un sonido proveniente​ de la cocina.
Edd finalmente quitó su mirada de la pantalla, intercambio una mirada entre Tom y la pared. ¿Una explosión?
Ambos se levantaron y dirigieron al otro cuarto.
Matt estaba ahí, sus manos levantadas no sabiendo que hacer. "La tostadora—"
Sin dudas, ambos miraron en la esquina de la mesada, como una cantidad abismal de humo negro salía de ella. Tom se apresuró por instinto y desenchufó el aparato. El aroma a quemado era nauseabundo.
Edd tosió. "¿Que demonios pasó?"
El pelirrojo tenía sus ojos abiertos como plato. "¿Solo, quería hacer tostadas... luego... chispas... explosión?" dijo inteligible, y Edd puso una mano sobre su hombro.
"Uhh, okay" Una vez más, Edd se veia particularmente nervioso. "No tengo idea como pudo pasar pero ahora me debes una tostadora"
Matt solo asintió fervientemente, intercambiando la mirada entre el aparato cuyo humo se iba disipando y su amigo.
Decidieron abrir las ventanas (solo eran dos) y por suerte el aroma se fue enseguida y sin problemas. La tostadora yacía inmóvil, color gris. Cuando Tom volvió a mirar a Edd, él lucía como de costumbre.
"Bueno, eso fue emocionante, pero debo terminar esto—oh gracias" Él aceptó la taza de té de un nervioso (y muy apologetico) Matt, pero no comentó nada más antes de salir de la cocina y volver a su computadora.
Tom sin embargo, una vez más sintió una bondad (y paciencia) hacia el pelirrojo que usualmente​ no sentiría. "Um... ¿Estas bien?" Era una atenuación, cualquiera que observara a  Matt desde 1km de distancia vería como sus manos temblaban.
"Oh sí sí sí... Uh— estoy bien! Solo me ha dado un susto..." él llevo una mano a su pelo y lo peinó (o más bien despeinó, Tom se preguntó si sabía que estaba haciendo eso).
Luego Matt se movió hacia el otro lado de la mesada (aun tembloroso) y sirvió una taza de té, extendiendosela a Tom.
"Um, te dije que no qu-" El pelirrojo estaba usando ambas manos para sostenerla, y sus ojos celestes estaban mirando a cualquier parte menos a Tom, era mas que un signo obvio de que no estaba escuchando o pensando lo que otros decian. Él tomó la taza con cuidado. "...gracias."
Matt sonrió, una curva timida y algo temblorosa- y le dio la espalda para servir una tercera taza.
Tom volvió al cuarto donde Edd estaba, caminando despacio y se encogió de hombros al notar la mirada del otro, curioso.
-x-
"Ahhh~ que dolor de trasero..." El castaño se quejó en voz alta como le era costumbre, por eso ninguno de los otros dos le prestó mucha atención. Al parecer Edd ya habia terminado con su trabajo.
Aunque lejos de un colapso nervioso, Matt estaba particularmente quieto y callado, limitado a solo mirarse en su espejo de mano - lo cual era comun, pero se veia algo bizarro para Tom en contexto.
¿Qué le habia pasado antes? No creia que en todos estos años habia visto a Matt de esa forma alguna vez. Pero ¿Por que le importaba eso, en serio?

[TomMatt] 7 Dias de Mala SuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora