¡Oh No! me enamore de un superficial. [Editando]

¿Acaso sé más de lo que debo? ☄

Ahora que sabia algo que no debía, me sentía muy mal. Ahora si Stronhold me quitaba el sueño.

Recuerdo que era viernes, así que traía todo el cansancio que un viernes conlleva, más el mal dormir de la noche anterior.
Me la pase desvelada pensando en lo que vi ¿Sería que Ethan quería demostrarle algo a alguien? ¿Lo hacía porqué si? ¿Era parte de llenar algún vacío? ¿Se vinculaba esto con la ausencia de su madre? Miles de preguntas rondaban en mi cabeza.

Entre a la clase de aritmética arrastrando los pies, y lo ví sentado al fondo con la capucha puesta y la mirada gacha, se veía distante.

Vi Bettany, ella era mi mejor amiga desde el kinder: era una rubia alta, con apariencia a tonta, pero era una de las mejores en todas las materias. Tenía cara de niña, y corazón de fangirl shippeadora.
A lo lejos me miró alzándome las cejas, como si ya tenía algún chisme que contarme.
La salude como de costumbre y me senté a su lado. Ella me seguía mirando con esa cara incitante, como si supiera que estaba que me moría por decirle todo y que busquemos ayuda para Ethan. Yo por mi parte me mordía el labio para no hablar.

-¡Hey! ¿Que te pasa? Estas rara- me dijo frunciendo el ceño, al mismo tiempo que yo me daba vuelta a mirar a Ethan, tan frío y vacío- No me digas que...
-¿Qué?- dije abriendo los ojos como platos y notándose así lo alarmada que estaba.
-Te gusta Stronhold...- susurró. En ese instante evalúe todas mis posibilidades: la primera, decirle toda la verdad y sacarme la culpa de haber sido una curiosa, porque esto me estaba carcomiendo el cerebro; la segunda, decir que si, y arruinar mi reputación de anti-superficiales, y mantener a salvo el secreto de Ethan; o la tercera, ignorarla y permitir que me moleste todo el día intentando averiguar.
-Opción dos- dije distraída.
-¿Opción dos?-
-Perdón, me desconcentre. Quise decir que...- tomé fuerza- emm... Sí.
-Aaaaaaaaaa- grito por lo bajo, como la buena shippeadora que es.
-Cállate Bett, nos van a regañar.

No hablamos más en todo el día porque no se lo permití.

Ahora bien, ¿Por qué había preferido mantener a salvo el secreto de Stronhold y no mi integridad mental?
¿Desde cuando uo defendía a los superficiales?
Que Bety va a andar como una maniática fangirl, de eso no hay duda...
¿Tendré que fingir estar enamorada?

Que venga el verdugo, que ruede mi cabeza...