☕ Café Minsk ☕

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Eran las 5.30 pm, mi "cita", o "no cita", "junta" , "tertulia" era a las 7.
Comenze a prepararme, no sabia si arreglarme como para una cita, o si simplemente ir casual ¿Que pensaría él de mi si iba desarreglada? Y si iba muy pintoresca ¿Creería que estaba desesperada por él? -Cálmate Belinda, él busca un oído presto a escucharlo, no una novia- me repetía una y otra vez.

Me decidí por ser yo misma, en todo sentido. Así que no peine mi cabello, no me maquille; opté por unos pantalones desgastados con cortes y una camiseta blanca, común y corriente. Una chica más.

Llegué al café Minsk, como toda ansiosa, 10 minutos antes. Pero para mi grata sorpresa ¡él ya estaba ahí!... ¿Será que estaba ansioso de verme? ¿Será que sólo esta desesperado por ser escuchado?
¿Por qué no simplemente vivo el momentos y dejo de hacerme tantas preguntas?
Entre y sonreí. Lo saludé con un descontracturado golpe de puños.

Ordenamos lo que íbamos a merendar, yo elegí una leche chocolatada y un muffin de cereza "lo que ordenaría una niña de 5 años" según él; Stronhold por su parte ordenó un Café amargo y medialunas con jamón y queso.
Era una rara combinación, pero en fin...

-Tienes una cara de ansiosa- Dijo él.
-Soy ansiosa de nacimiento- hice una pausa- Literalmente.
Él arqueo las cejas, creo que no entendió mi "literalmente". Yo estaba tentada de risa.
-Mi madre siempre dice que soy ansiosa de nacimiento, porque hasta nací dos meses antes de lo que debía-
-¿Fuiste prematura?- dijo él, abriendo los ojos como platos.
-Si
-Ahora entiendo todo...
-Oye!- dije y golpee su brazo. Ambos reímos, lo estábamos pasando bien.
-Bueno ya... Sabemos a que vinimos aquí- sólo asentí con la cabeza y los nervios comenzaron a correr por mi cuerpo.

Justo el camarero trajo nuestra orden, y él empezó.
-Vamos a hablar del comienzo, porque si no nunca vas a entender nada.
Nací por error, yo fui producto de una noche de alcohol y engaño. Mi madre solo tenía 15 años, ella no quería saber nada de tenerme. Pero mi padre le suplico que me tuviera y que luego me entregase a él, y eso hizo, Josef, mi hermano mayor es de mi mamá de cariño, Anabella la cual decidió perdonar a mi padre por lo sucedido y me crió a mi también por un tiempo. Sólo conozco a mi madre por fotos, y fue una agonía toda mi vida, no tener a quien darle regalos en el día de la madre, no tener quien me acompañe a mi primer día del kinder. Muchos momentos necesité a mamá y ella no estaba.
A los 5 años, en el Kinder- hizo una pausa, parecía que esto era muy doloroso para él. Retenía las lágrimas, no quería que salgan, quería ser fuerte, pero no pudo- Craft...- dijo lentamente- sólo quiero ayuda, no quiero que me tengas lástima.

-Estoy aquí para lo que necesites- dije dulcemente y él se echó a llorar en mi hombro. Las mariposas recorrían mi estómago, pero no era el momento. Así que reprimí esa sensación como pude y él prosiguió.
-En el kinder, mi profesor de música me violó, y yo vivía con miedo. Y mi padre jamás me creyó. No lo culpo... Su vida era difícil en ese entonces, se había separado por mi culpa, Anabella no soportaba el hecho de ver al niño producto de un engaño... Pero entremedio había algo en lo que nadie pensaba, yo no tenía la culpa.
Y aunque por mucho tiempo creí que sí, que era mi culpa, y un día caí en que no. Yo no había decidido nacer, ellos me habían traído al mundo, sea como sea, fue culpa de ellos.
Y aunque mi padre y Josef se esmeraron en darme lo mejor, tengo un hueco aquí adentro- decía mientras se golpeaba el pecho - el hueco de un niño que fue criado sin su madre.
Sequé sus lágrimas con un pañuelo y acariciaba su rostro mientras él seguía llorando.
De repente entran Gael y Valentine ¿Que rayos hago ahora? ellos nos miraban de lejos y se secreteaban.
-Ey!- susurré- están Gael y Valentine aquí.
-No me importa, porque ese es otro gran problema "El club de los populares", nunca quise ser parte de él, nunca, jamás. Es lo último que una persona en esta vida puede desear.
Tienes que ser frío y sin corazón, no puedes hablar con nadie que no sea un popular, es todo lo de afuera, mientras que por dentro eres una mierda- él había alzado la voz, quería que lo escuchen al parecer- y esos dos... Par de infelices, son de los populares por rebote.
-¿Que?- dije extrañada.Él se sentó derecho y seco las lágrimas rápidamente para luego señalar a los chicos.
-Ellos, se acercaron a mí por conveniencia, para ser parte de los populares, para ser parte de este banal y vil grupo. Ellos no cumplen el rol de amigos, ellos solo son unos malditos hijos de perra que me "quieren" - gesticuló haciendo comillas- por que les conviene.

El café entero estaba dado vuelta mirándonos. Le pague rápidamente al camarero y nos fuimos de ahí, no me gustaba ser el foco. Todo el mundo me miraba con cara de "hace algo, calmalo" y yo sólo quería que él libere lo que tenía dentro suyo.

-Tú no tienes idea- decía furioso- la presión que es ser un popular, y además tener que ser bueno en las materias para que no me saquen del equipo de fútbol, y en cima de eso tener que ser el capitán. No tienes idea de cuanta presión es. Primero el gym era una descarga y luego fue un peso más, ya que todos decían que mis músculos no eran "suficientes", yo no quería ser musculoso, sólo quería relajarme.
Así que mi última y mala opción fue recurrir a Harrins, la mañana en la que tú nos oíste.

-Pero ahora me tienes a mí- dije tomándolo de los hombros- siempre, desde lejos estuve para ti, y tal vez no te hablaba, por miedo a que sea perjudicial para ti, pero ya está, aquí me tienes dispuesta a lo que sea por ayudarte- nos abrazamos y lo acompañe a su casa.

¡Oh No! me enamore de un superficial. [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora