Capítulo 13

48 10 118
                                    

- ¿Falta mucho?-pregunta Beatriz otra vez.

- Vuelves a preguntar y te doy un garnatón.-le digo ya estresada. Me ha preguntado lo mismo unas cuatro veces y como que ya me estoy cansando.

- Ok ok.-dice y hace una mueca.

- Es ahí.- digo señalando el local con un cartel luminoso que dice el nombre del lugar. Ok, cierto que nos hemos demorado un poco en venir porque en cierto momento me perdí. Pero igual. Me estresan cuando me hacen la misma pregunta muchas veces, y Beatriz es experta en eso.

- Menos mal.-dice Fleitas y yo la miro con mala cara.

- La próxima buscan ustedes el lugar.-digo y camino mas rápido para estar de lante de ellas.

- Me pica la cuca.-dice Loremar. Típico en ella. Siempre hace ese tipo de comentarios

- Pues ráscate, a mí que me cuentas.-digo yo y me encojo de hombros.

- No empiecen.-dice Fleitas rodando los ojos. Yo sonrío y sigo caminando. Admito que joder a Fleitas con estos comentarios es divertido. Caminamos hasta llegar a la puerta de la discoteca. Una vez ahí nos quedamos todas mirando pero ninguna se decide a entrar de una vez.

- Antes de entrar, prometan que no me meterán en ningún lio.-dice Fleitas y yo ruedo los ojos.

- Ok. Aburrida.-murmuro lo ultimo y ella me pega. Beatriz se empieza a reír y yo le pego a ella. La verdad es que parecemos mongas pegándonos las unas a las otras sin motivo.

- Dejen el peo y entren.-dice Loremar parada al lado de la puerta. nos miramos todas – más bien Betty, Fleitas y yo – y caminamos a la puerta también.

Entramos en la discoteca y caminamos al centro de la pista. Hay bastante gente, pero por suerte no esta tan repleto como la última a la que fuimos que casi no podías respirar porque estabas pegado al sobaco de algún gigante. O quizás esa era solo yo y Betty porque somos enanas. Pero bueno, igual había mucha gente.

Nos adentramos entre la gente y comenzamos a bailar al ritmo de la música que por cierto no esta nada mal. Estamos un rato mas bailado, bueno "bailando". Fleitas y Loremar no es como que bailen mucho. Más bien hacíamos esto. Yo bailaba para calentar a todo macho que viera. Beatriz bailaba también, pero ni puta idea de con que objetivo. Fleitas solo se reía, nos regañaba y se meneaba un poco. Y Loremar más o menos igual que Fleitas, quitando los regaños claramente. Pero bueno, al menos asi pasamos el rato.

Después de estar asi un rato, mis tobillos empiezan a doler. Si, los tobillos. Tipo embarazada o vieja. No pregunten por qué, pero siempre he estado asi. Un amigo mío en la escuela decía que o tenia cuerpo de vieja. Casi lo mato cuando me dijo eso, pero bueno, esa es otra historia. El caso es que como me estaban empezando a doler los pies, me fui a sentar. Fleitas fue la única que se sentó conmigo también. Loremar prefirió quedarse en la pista porque se encontró un macho – que mas bueno no podía estar – y para poder putear con él se quedo ahí. Y Betty, pues no sé, pero se quedo también. Betty a veces es un misterio. Pero bueno, Whatever.

Desde la mesa donde estamos sentadas me entretengo en mirar a todos los que están bailando. O a la mayoría al menos. Debo admitir que me estoy descojonando con la gente que veo. Lo mismo esta el idiota que baila solo pensando que la chica sigue ahí con él, pero en realidad se fue hace mas de diez canciones porque el show era patético; que el que parece una seta, no se mueve, solo se queda ahí mirando a la tipas con cara de violador del monte pantanoso – soy yo una de esas tipas y le pego una patada en los huevos que él no vuelve a mirar asi ni a una lámpara –; no pueden faltar las fresas que no saben bailar, solo se mueven un poco y se ríen con sus voces chillonas y tan asquerosas. No olvidemos al tipo que esta siendo violado por la chiquita borracha. Sin duda uno de los mejores que he visto en la noche es el chiquito borracho que le esta hablando a una planta. Si, a una planta, y de plástico además de todo.

Viviendo con los deseadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora