Miró. Una. Dos. Miles y cientos de veces. Buscando. Fracasando en su objetivo.
Pero... ¿cómo hallar algo que no existe? Quiso vomitar. El reflejo en su espejo era repulsivo. Asqueroso. Quiso arrancar cada tira de piel sin cuidado, destrozarse con ilimitada fuerza para no verse más.
No era nada. Y estaba ahí, ocupando espacio, robando oxígeno. No podía hablar. Si lo escuchaban sabrían que no valía la pena y se entristecerían.
Quería desgarrar su garganta. Sentir sus sangre correr en el suelo, liberarse al fin de ese horrendo y asqueroso cuerpo que era él.
De fondo, ruidos, animales, máquinas. Todos siguiendo su vida. Ajenos a aquello que tal vez se pudo salvar. Puede que la siguiente noticia fuese una cruel pérdida.
Culparían a todo. Egoístamente lamentarían aquel final. Llorarían ríos, mares y océanos. Pero nunca entenderían.
Nunca se contemplarían en un espejo y querrían acabarse. Nunca serían capaces de comprender la libertad y la paz del final, cuando nada tienes que hacer.
Cuán murmullo de apoyo, llegaron las luces matutinas, rompiendo la calma íntima que la noche aporta. Suspiró, se contempló de nuevo, y se odió.
Se odió por no saber cómo arreglarse. Se odió por desconocer cómo estar bien.
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ショート (Corto) [One-Shots]
RandomCortos, como la mismísima realidad. O al menos, eso pretendo. Obra original propiedad de @mini-yoshi. Todos los derechos reservados.