Después de "aquello" le resulto de lo más normal que piense en ella una o dos veces al día pero después de tres meses aquel pensamiento recurrente lo molestaba, y no sólo eso lo interrumpía en su sagrado entrenamiento. Cada vez que daba un golpe no lo precisaba porque Bulma aparecía en su mente, Bulma en ropa interior, Bulma besandolo, Bulma riéndose, Bulma enojada, Bulma cansada, Bulma arreglada, el perfume de Bulma, La falda de Bulma y cuando él se la quito...Todo aquello ya lo artaba necesitaba dejar de pensar en ella, si no lo hacía nunca iba a poder conseguir convertirse en supersayajin y vencer a Kakaroto.
Desesperado por una solución recurrió a la única persona que él consideraba coherente.
-Ya veo, así que tienes un pensamiento molesto que no te deja entrenar y quieres desacerte de el.
-Si profesor.
-Bueno nosotros no tenemos ninguna máquina que borre la memoria o los recuerdos, así que...
-Tch... Entonces no me sirve.
-Espera hijo, espera, tengo otra solución.
-Hablé.
-¿Ves esto?-señaló a la cajita de tic-tac en su mano- Esto es un dulce terricola que como ves tiene forma de pastilla y viene en esta cajita, tengo muchas de estas te las daré.
-¡¿Y yo para que quiero eso?!
-Tranquilo hijo, mira come una.
-Más vale que todo esto tenga un propósitos- refunfuño al llevarse la pastilla a la boca- Es ácido y... dulce.
-Exacto, es extraño y rico, bueno al punto. Cada vez que tengas ese pensamiento molesto llévate una de estas a la boca. Tu cerebro asociara el pensamiento con el sabor de la pastilla, entonces mientras más pensamientos tengas más pastillas consumiras, y dentro de un tiempo te artaras del sabor y en consecuencia tu cerebro de artara del recuerdo y ya no será recurrente.
A Vegeta le pareció lógica la explicación del profesor y aceptó las pastillas.
-A propósito muchacho ¿que es ese pensamiento tan recurrente?
-Que le importa.
En las próxima semanas Vegeta hizo exactamente lo que el profesor había sugerido. No le gustaba el sabor de la pastilla, el ácido era un sabor inquietante y el dulce lo calmaba pero avivaba su pensamiento, pero con el tiempo de acostumbró a su sabor. En cada entrenamiento llevaba dos cajitas de tic-tac, en el almuerzo dos cajas más, a la media tarde una caja más y la noche otras dos más. Le encantaban esas pastillas, pero todavía no lograba concentrarse en los entrenamientos porque Bulma seguía en su cabeza, sin rendirse y esperando buenos resultados siguió con el consumo de las pastillas, no se iba a rendir y con este método de seguro sacaría a Bulma de su cabeza y se convertiría en el supersayajin más poderoso del universo.
-¿Papa se me hizo extraño algo?
-¿Que cosa hija?
-Vegeta...
-¿Lo extrañas?
-¡No! Por supuesto que no extraño a ese simio subdesarrollado- Nunca admitiría que extrañaba a Vegeta más que nunca.
-¿Entonces que hija?
-Lo que se me hizo extraño fue que Vegeta llevo tantas cajas de tic-tac en su viaje para entrenar ¿Porque llevo eso y en tantas cantidades?
-Es que a Vegeta le encantan esas pastillas- su padre se rió por lo bajó
Mientras tanto Vegeta entrenaba en el espacio mientras mascaba una pastillas, su sabor y ella eran iguales y por lo tanto no podía olvidarla por eso el viaje era necesario para tener un poco de concentración en la soledad del espacio.NO SE COMO CARAJO SE ME OCURRIÓ ESTO XD
ESPERO QUE HALLA GUSTADO
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Vegeta y Bulma inesperado destino
FanfictionPequeños relatos de situaciónes pequeñas vivida entre Vegeta y Bulma en los famosos 3 años