Entre vivos y muertos

C6

La pradera era grande y colorida, las aves volaban jugueteando por el lugar, ya había pasado 3 semanas desde el comienzo de la pesadilla.

Mónica

Ya está la comida- grite a los chicos quiénes cortaban madera.

Los primeros en llegar fueron José y luego David, acomodaron los platos y utensilios.

Les serviré de comer! - Grite para que se sentaran en la mesa.

Hace tiempo que no vemos algo más que esas cosas. - dijo David mientras comía.

Si es cierto- dijo José riéndose por todo lo que había sucedido anteriormente algunas semanas antes.

Dónde está Leonardo y Jorge? - pregunté con intriga.

Jorge venía con más madera, pero Leonardo, no se veía por ninguna parte. Ya había pasado una hora y Leonardo no llegaba.

Los chicos se levantaron y agarraron sus cosas para ir a buscarlo.

Quédate aquí! - dijo David.

Aparte de lo que sabe Mónica.

Caminamos lentamente por lo que se podía ver era un bosque, las ramitas crujían a cada paso que íbamos marcando.

Unos tiros al aire se escucharon justo detrás de nosotros, nos agachamos.

Dónde estás niño?! - decía una voz algo grave mientras entonaba una canción silbando.

Solo quiero avisarte antes de que sea tarde, si no sales de donde estés acribillare a tu pequeña familia, empezando por esa tal Mónica de la que tanto nos hablaste. - decía el hombre ya enojado.

David me tapo la boca antes de gritar.

Shh, todo estará bien, lo encontraremos y nos iremos lo más lejos posible- me dijo David susurrando.

Se paro y camino para el otro árbol, aventó una piedra, venía un hombre armado con una pequeña arma no noto la presencia de ninguno, David por la espalda le acertó un golpe en la cabeza con el bate, un fuerte crujido me estremeció, el cuerpo cayó y empezó a convulsionar.

Jorge se movía entre los árboles buscando a Leonardo, en la comida dijo- ¡leonardo es mi responsabilidad, cuando estaba pequeño mi hermana me lo confío antes de morir así que desde ese día el es mi responsabilidad, tenemos que encontrarlo!

Leonardo me agarró el hombro y me tapo la boca para que no gritara - soy yo dijo susurrando. Hay que irnos.

David lo abrazo y José apareció detrás de David he ido lo mismo, fuimos a la pequeña casa donde habíamos estado viviendo estás casi 3 semanas y agarramos nuestras cosas, y cuando estaba a punto de salir por la puerta una bala roso la mejilla de David, este automáticamente se tiró al suelo.

Los tenemos desgraciados!- grito el hombre de la vez pasada.

Otro disparo, roso mi torso, solo rompió mi suéter un poco.

La cara de David era de impotencia, mientras se agarraba la mejilla, José estaba tirado en el suelo, sin ninguna expresión como si pensara en algo, Leonardo susurraba algo que no lograba comprender, y Jorge solo decía - todo estará bien, ya verán que no pasará nada.

Muy bien entraremos a su pequeña casa de cartón bastardos- dijo el tipo de nuevo.

David se recargo a un lado de la puerta con el bate, de una patada un tipo de unos 27 años aproximadamente abrió la puerta, pero antes de que diera su segundo paso dentro recibió un golpe en la cabeza por el bate de David, Jorge salto sobre el y lo durmió presionando su hombro. - ya tenemos un arma- grito José

Solo falta salir con vida de esta- dijo David.

Vámonos una gran horda se aproxima, grito alguien de afuera se escucharon dos motores de autos encender he irse a toda marcha.

Corran dijo Jorge salimos y no había nadie solo esas cosas que en los últimos días les habíamos apodado los muertos, corrimos hasta adentrarnos más en el bosque.

Ignoramos el cartel ir decía, zona de caza y saltamos la malla seguimos corriendo cuando un fuerte grito logro que voltearamos para atrás, y darnos cuenta de que Jorge había sido atrapado por una trampa para osos, Leonardo corrio en dirección contraria sin pensarlo y Jorge con los ojos llenos de lágrimas le entrego el arma y lo empujo con las pocas fuerzas que le quedaban.

Este se sentó y nos dijo adiós con la mano...

Jorge.

El dolor era insoportable, ya no podía dar más de mi mismo mis brazos ya no respondían y solo veía a Leonardo y sus amigos, quien se que lo acompañarían por el resto de su vida, corriendo, tenía en mi cara una sonrisa que les daba seguridad cuando en realidad era todo lo contrario, tenía miedo y frío, el dolor era insoportable y los muertos corrían hasta donde estaba yo, sabía que era mi fin, me rodearon y sentado espere el destino al que estaba preparado...

Con todo lo que tienen malditos!!...