MELT {EunHae}

Capítulo 4

Estuve tanto tiempo pensando, que Hyukjae se puso de pie frente a mí y se arrodilló. -Perdóname, no quería meterte en este lío. No es necesario que me des una respuesta, pero ahora lo sabes y esto me hace sentir mejor, no quería seguir ocultándolo.

-Hyukkie, pero es que...

-Detente. Piensa bien en lo que dirás antes de hablar. Soy raro, pero ante todo soy tu amigo y no estas obligado a sentirte comprometido conmigo.

Mis rodillas comenzaron a humedecerse con las lágrimas de Hyukkie, aunque su voz apenas y temblaba.

-Sobre todas las cosas somos amigos y eso no quiero que cambie. Quiero que sonrías y bromees a mi lado como todos estos años.

Puse una de mis manos en su cabeza y la comencé a acariciar, así lo hice hasta que la deslicé a su espalda y lo abracé con fuerza a mi cuerpo.

-No cambiaré, sigues siendo mi mejor amigo, Hyukkie.

Aquella noche se llenó de lágrimas entre nosotros, estuvimos llorando sin saber exactamente cuánto tiempo pasó. Yo no pude decir nada más, mi garganta se cerro y me temo que la de Hyuk también. Regresamos en silencio a casa, sin embargo nuestras manos estuvieron unidas hasta que nos separamos frente a nuestras habitaciones.

-Buenas noches, Hyukkie.

-Buenas noches, Donghae.

Al día siguiente estuve viendo el techo de mi habitación hasta la hora de la comida, aún no podía procesar el hecho de que le gustaba en realidad a mi mejor amigo, no sabía qué cara darle, no sabía que responder. Mi corazón seguía latiendo como loco cada que lo recordaba, era una mezcla de emoción y tristeza a la vez. Tal vez yo ya lo amaba pero no lo podía reconocer.

No había pensado antes en tocar a mi compañero de otra manera que como lo hacía hasta el día de hoy, bromeando, con esa confianza total, pasar el tiempo entre risas, viendo películas. No quería dejar eso de lado ¿Después de todo si era un inmaduro? Yo solo quería estar a su lado, no quería que las cosas cambiaran. Comencé a llorar en silencio de nuevo, no sabía cómo explicarle eso a mi amigo.

Cuando al fin pude salir de la cama, lo encontré en la cocina comiendo con los ojos hinchados, tal vez de llorar y por no dormir, se le veía preocupado.

-Donghae... buen día.

-Buen día.

Respondí y decidido me senté frente a él, lo observé agitar su té con una cucharilla mientras trataba de no verme.

- ¿Cómo estás?

-Bien... es decir, yo... quiero hablar contigo.

-Te escucho.

Me respondió aún sin mirarme dando un sorbo a su taza.

-Bueno... es que, has sido mi amigo por tantos años, y yo quiero...

- ¿Qué sigamos siendo amigos?

Me preguntó pero escucharlo de esa manera me hizo pensar en que no deseaba ser solo su amigo.

- ¿Amigos especiales?

- ¿Cómo son esos?

Preguntó observándome con una especie de esperanza en su rostro.

-Como amigos... p-pero especiales.

-Bobo. Ni siquiera sabes lo que quieres.

Dijo riendo en voz baja, sabía que me costaba trabajo expresarme y cuando más difícil se me hacía más me complicaba hasta terminar llorando.