Después de un rato de peleas y discusiones con los niños logro que vuelvan a su casa, justamente el mismo lugar al que me dirijo.
Entramos a una guarida que estaba en medio de las antiguas tuberías de la ciudad. Por alguna extraña razón este lugar es enorme, empezando por el hecho que cuenta con dos pisos y mas de 100 habitaciones. Mi teoría es que este iba a ser una nueva estación del tren subterráneo pero por "x" o "y" razón lo abandonaron y mis amigos lo encontraron. Un pequeño lugar para esconderse del mundo.
Yo prefiero mi manicomio.
Los pequeños niños no dejaban de gritarse tiernos e infantiles insultos entre si. La magia se rompió cuando la niña en un ataque de ira sacó desde el fondo de su corazón un "ya deja de gritarme, pinche gato". No sabía si reír o regañarla, lo único que sabía de estos niños era que vivían aquí, el pequeño no quiso decirme cuales eran sus nombres.
No me di cuenta en que momento llegó un hombre alto, castaño, fuerte y con un gran (y la verdad algo extraño) parecido con Adam Levine. Tomó a los niños de mis brazos y comenzó a gritarme.
-¡¿Qué estás haciendo aquí?! ¡¿Qué les hiciste?!
-Patrick...tranquilízate. Estoy aquí porque quiero una cerveza y en mi casa ya no hay. Segundo: así los encontré. Estaban peleando en las alcantarillas a insultos, sobre todo ella.
-¡Chismosa!-Me gritó la niña y jalando a el castaño hacia delante trató de rasguñarme la cara. Para mi suerte logré esquivarla a tiempo.
-Majo...tranquila, sabes que no deben pelear.
-¡Cody empezó!
-¡Tu fuiste la que se quiso ir!-Gritó el niño que al parecer se llamaba Cody.
La pelea volvió a iniciar. Entre tanto alboroto solo escuché el suspiro pesado y preocupado de Patrick.
—Y ¿Quiénes son ellos? ¿Tus hijos? -Me dirijo a la cocina y saco del refrigerador una lata de mi cerveza favorita.
-Vane ni siquiera tengo novia. ¡Au! ¡Oigan, guarden esas garras!
-Ay cierto, olvido que a tus 27 aún eres virgen. -Abro la lata y tomo un sorbo. Siento como el calor del frío liquido baja por mi garganta, es realmente delicioso.
-Tu también eres virgen, estúpida.-Me reclamó Patrick mientras trataba de alejar lo mas posible a los niños.
-Pero yo tengo 23.-Hago un gesto de brindis con la lata y me bebo todo su contenido.-Entonces ¿Quiénes son?
-Son unos híbridos que rescatamos hace unos meses de un centro de experimentación. En realidad tienen mas de 20 años pero estaban con Alexa en el laboratorio y segundos después estaban así.
-Ay que tierno, mi hermanita quiere igual a su hermana mayor.
No es por nada pero si de pociones se trata yo soy la mejor.
Patrick sienta a los niños en sillones diferentes, uno enfrente del otro. No se como le hizo pero cinco minutos después los dos niños estaban en el centro llorando abrazados pidiéndose perdón.
-Wow, estoy asombrada. Necesito que me enseñes a hacer eso.-Saco otra lata y la abro, esta vez la tomo en sorbos pequeños.
-¿Para qué? No tienes hijos.
-Pero podría ser útil.
El suspira profundamente mientras niega con su cabeza al mismo tiempo.-¿Puedes cuidarlos mientras ayudo a Alexa?
-¿Me ves cara de niñera?
-Te pago con cerveza.
Segundos después estaba sentada frente al televisor con dos niños viendo los Backjardigans.

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Los hermosos ojos de mi gato
RomantiekVanessa no es una chica común pero a pesar de todo ella tiene una adoración: un par de ojos azules. Los ojos pertenecen al mejor chico del mundo, bueno, para ella lo es e intentará conquistarlo a su loca manera.