Capítulo 25

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-¿Te he dicho que te vez más hermosa hoy?- Richard coquetea a Azul.

-Como 500 veces- Azul se ríe.

-Cada día me gustas más- Richard la toma por la cintura y la besa.- Moriría por estar contigo todo el tiempo.

-Richard- Azul le susurra.- Yo te quiero mucho, pero ¿no crees que necesitamos más espacio? Estás casi todo el día encima de mi y no somos novios.

-Me gusta estar pendiente a ti, solo eso- Richard la vuelve a besar.

-¿Qué estás tramando Richard?- Azul se ríe entre besos.

-Quiero estar contigo, aquí y ahora- Richard le dice emocionado, y Azul se sonroja.-Quiero demostrarte que lo que siento por ti es real.

-¿No puede haber otra forma de demostrarme eso?- la voz de Azul se escuchaba entre cortada y nerviosa.

-Pues como quieras entonces- Richard se levanta de la bañera Y Azul lo toma del brazo.

-No te vayas. Quiero estar contigo, aquí y ahora- suena muy segura.

Richard daba leves caricias en el abdomen de Azul mientras la besaba. La chica comenzaba a sentir su temperatura elevarse y un fuerte hormigueo en la parte baja de su vientre por el constante roce entre sus sexos; deseaba que el moreno sobre ella la volviera suya.

-Richard- susurró entre el beso presuroso-. No tienes que ser gentil.

-¿Segura, muñeca?- preguntó este mirándola con amor y deseo en sus ojos.

Azul rodó los ojos cuando este acarició con suavidad su mejilla, esta vez, ella giró sobre su cuerpo dejando a Richard debajo atrapando sus labios de nueva cuenta. El moreno la acomodó sobre su regazo mientras se sentaba en la cama, su miembro ya despierto co meneaba a molestar debajo de su ropa interior. Azul removió su camiseta lanzandola sin importar donde cayera, dejando a la vista el bien trabajado abdomen de Richard.

El muchacho apreció cada detalle en la morochas: su piel bronceada, sus deliciosos labios, todo en ella le parecía fantástico, hasta su fuerte carácter.

-Richard, deja de mirarme tanto- se quejó avergonzada abrazando a Richard quien rió ante su rara timidez.

-Déjame verte un poco más- suplicó besando su clavícula descubierta.

El abrigo que llevaba era la única prenda en ese momento que ocultaba su desnudez. Azul removió la prenda de su cuerpo, mostrandole su pecho en la tenue oscuridad de la habitación.

-Eres hermosa- logró decir anonadado antes de que Azul tomara su mentón y uniera sus labios de nuevo.

Ahora sólo eran ellos dos.

Un rato más entre caricias dulzonas de parte de Richard y gemidos y jadeos provenientes de Azul los llevaron a estar bajo las sábanas totalmente desnudos.

-¿Quieres comenzar tú?- preguntó burlón.

-Cállate- susurró esta sintiendo el fuego flamear en su interior de la misma forma en que lo sentía el muchacho.

Richard la tomó de las caderas e introdujo lentamente su miembro en azul para que esta se fuera acostumbrando, provocando una leve punzada de dolor en la castaña que luego fue sustituida por una intensa oleada de placer al sentir las constantes embestidas de Richard.

-Richard- volvió a gemir su nombre aferrándose a sus hombros, clavando levemente sus uñas en estos.

Richard dejaba mordidas y besos en el cuello, pecho y clavículas de la chica; estaba extasiado, se sentía más que satisfecho de tenerla jadeante y gimiendo sus nombre entre sus brazos.

Volvió a ponerla contra la cama, ella enredó sus piernas alrededor de sus caderas aumentando el ritmo.

-T-te estás... conteniendo- jadea Azul en su oído y de esta forma Richard entendió que pedía más.

-Como quieras.

No quería hacerle daño, pero no podía negarse quería continuar y ya estaba a punto de alcanzar el orgasmo.

Todo sucedió tan de prisa. Azul se viste y Richard se vuelve a colocar la toalla al rededor de su cadera.

-Te acompaño- Richard toma a Azul por la cintura y la acompaña a la puerta.- Te amo preciosa.

-Yo también te amo mi monkey- le besa para luego abrir la puerta y siguen besándose en el pasillo.

-¡Linda pareja!- Erick les aplaude.- Espero y sea algo real, como lo que tengo con Sophia.

-Erick, una cosa es lo que tu tengas con Sophia, a lo que Sophia tiene contigo, no es nada más que interés- Azul le objeta.

-Ustedes no saben lo que Sophia siente por mí, no entiendo porqué todos están en contra de ella.

-Por algo será ¿no?- Azul lo mira enfurecida y se va con Richard.

-La odio- Erick echa al suelo todo lo que está a su alcance.

-¿Estas bien?- Lía lo quiere ayudar.

-No me toques- Erick la fulmina con la mirada.- No quiero nada que tenga que ver ni contigo ni con tu amiguita.

-¿Qué le dio a éste ahora? Pensé que solo estaba así conmigo- dice Lía confundida.

-También le puse en cara que no tiene una santica de novia- Azul le dice

-¿Y ustedes dos?- pregunta Lía mirando extraña a Richard y a Azul.- ¿Qué hacen nada más en toalla?

-Si quieres que te cuente tienes que venir conmigo- Azul la lleva hacia fuera.

-Azul, si quieres puedes contarme después, ahora tengo una cita con Christopher- Lía le dice emocionada.

-¿Cómo qué una cita? ¿Por qué no me había dicho nada?

-Christopher me invitó ahora mismo, y tengo el tiempo encima. Lo siento Azul, me cuentas más tarde ¿si?

-Está bien, cuídate- Azul le dice decepcionada.

Azul sube a su habitación. Aún tenía deseo de contarle todo a Lía.

Baja a la sala y encuentra a los chicos empacando.

-¿Qué sucede chicos?- Azul les pregunta.

-Nos vamos por dos días, tenemos concierto al otro lado de la ciudad. Así que nos vemos pasado mañana- Zabdiel se despide con un abrazo.

-Chicos, los voy a extrañar mucho, son sólo dos días, pero es demasiado- Azul dice triste.

-Deja tu hipocresía- Erick la fulmina con la mirada.

-¿Qué le pasa a éste chico? -Azul grita furiosa.

-Tranquila Azul- Joel la abraza.- Queda bien, y me saludas a Lía.

-Adiós princesa- Richard la besa.

-Adiós- Azul se despide.

Azul se queda sola en la casa; veía una película en lo que esperaba a Lía. Dieron las 3 A. M. cuando Lía regresó.

-Azul, no debiste esperarme despierta- dice Lía exhausta.

-¿Cómo te fue?- Azul le pregunta asueñada.

-Bien- dice emocionada.- Christopher siguió al otro lado de la ciudad y vine en taxi.

-Si- dice Azul cortante.

-¿Sucede algo?- Lía le pregunta.

-Debo contarte algo- Azul le dice nerviosa.

-¿Qué pasa Azul? A ver, dime- Lía se sienta a su lado porque entendía que era algo muy importante.

-Me acosté con Richard- Azul le dice nerviosa.

-¡¿QUÉ?! O sea, ¿en que lío te metiste?- Lía le reclama.

-Acostarme con él no es el punto...-Azul se pone aún más nerviosa.

-¿Entonces? ¿Qué es lo peor que haya podido pasar?

-No me había dado cuenta pero... Estoy ovulando, Lía.

Para Enamorarte |CNCO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora