Capitulo 28

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Dos años después...

Después de mucho tiempo volví a pisar aquel suelo que tantos años lo transitaba a diario, cada pisada representaba un recuerdo, un ser querido, era como juntar un poco de todo y volver en el tiempo. Las circunstancias y la vida misma me habían alejado de todo aquello.

Y allí estaban, CASI, todos mis amigos, al comienzo del puente, fue una tarde de mucho viento y eso hacía que mi cabello se revolviera, me lo había dejado más largo y más alisado. La primera en verme fue Carolina, la vi mover su boca y rápidamente todos voltearon a verme, y los pocos pasos que nos separaban rápidamente se acortaron. El abrazo masivo que obtuve fue tan cálido, familiar y a la vez tan emotivo, porque el impacto de nuestro cuerpos causaron algunos sollozos y palabras tan simples pero cargadas de amor, ese sentimiento que solo un verdadero amigo o amiga puede sentir.

-Estas aquí...- la escuché a Carolina en mi oído decir.

-Se te extrañó- sentí la voz de Mariano sobre mis espaldas, lo había deducido por su perfume y luego de decirnos tantas cosas nos fuimos soltando lentamente y verlos me causo nostalgia, como las primeras veces que nos reuníamos en el puente fue una de los primeros recuerdos que se me cruzaron por mi mente.

-Volvió la chica años veinte- soltó Brian y desató una cortina de carcajadas.

- Hace frio, vayamos al café- dijo Mariano.

Recuerdo que al darnos la vuelta y dirigirnos al café, no sé por qué decidí mirar el puente, y ahí estaba, su alma transparente, apoyada sobre la baranda, sonriéndome para luego desvanecer. Me había quedado mirando la nada temblando un poco y con algunos lagrimones en mis ojos, Samanta volvió a buscarme.

-Te estamos llamando, ¿Qué sucede?

-La vi, me sonrió y se fue.

Samanta me abrazó y me dijo:

-Nosotros también la vimos... ella está aquí con nosotros.

Realmente estaba sorprendida pero a la vez emocionada de tambien compartir aquella experiencia.

Hablamos de muchas cosas, y entre todas ellas mi casamiento con Marcell, fue loco relatarlo por el simple hecho de que fuè de un dìa para otro. Marcell tenìa que viajar a Mexico y me habia convencido de que era una buena oportunidad para casarnos e irnos de luna de miel allì. Tambien habia aceptado que era una buena distraccion momentanea para tapar aunque sea unos dias la triste partida de Azul. Me hubiese gustado mucho tener mi luna de miel en Paris, Marcell me dijo que ese viaje lo ibamos a realizar en un futuro cercano, en fin, es otra historia que mas adelante se las contarè para que puedan entenderla. Con cuanta facilidad se dicen y deshacen palabras, y las esperanzas quedan ahì desvaneciendoce con el pasar del tiempo. estas seran unas de las tantas frases que formaron parte de mi vida.

Cuando volvimos de Mexico el padre de Marcell, Julien, nos esperò con un hermoso regalo, ni mas ni menos que las llaves de una casa en las afueras de Buenos Aires. En auto teniamos media hora hasta capital, asi que, relativamente no era tan lejos. Siempre habia soñado con una casa rodeada de àrboles, un hermoso jardìn, tener un patio, sentir la tranquilidad del lugar y ver el sol en todas las facetas del dia. No viviamos en un campo aislado, pero si en un hermoso pueblo. Tanto Julien como mis padres nos habian preparado un almuezo de bienvenida, un buen asado Argentino, obviamente mi padre estuvo al mando y Julien aprendiendo de cada paso.

Brian y Carolina me habian contado en aquel encuentro que estaban mas enamorados que nunca, que estaban por alquilar un departamento por San Telmo para vivir juntos, se conocian desde siempre asi que no habia por que esperar para iniciar una nueva etapa. Mariano trabajaba en un estudio juridico como administrativo mientras seguia su carrera, se habia enamorado de una compañera de facultad, pero bueno, con Mariano nunca se sabe, es un cupido que lanza flechas por todos lados. Y Samanta seguia en su trabajo, no habia ningun amor en su camino, tampoco le importaba decia. Dicen que es malo mirar el pasado, pero siempre le hecho un vistaso, recuerdo siempre lo bueno, analizo lo malo y trato de que el futuro sea pleno.

-Estamos a un mes del dia del amigo- comentò Brian.

-Este año tendriamos que hacer algo diferente- dijo Mariano.

Sonrei en ese momento por que se me ocurrieron muchas cosas. No iba a ser un dia del amigo completo, es cierto, pero la rememoramos de tal manera que sentimos que estaba ahi con nosotros, para siempre.


El amor de un asesinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora