Capítulo 22

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Narra Shailene:

El número que me había mandado las fotos de Louis seguía mandándome más mensajes tipo: "Louis no volverá contigo", "Siempre ha sido igual", "A saber con cuántas chicas les ha hecho lo mismo que a ti".

No les había dicho a las chicas nada acerca los mensajes, pero si que había tomado una decisión sobre la relación entre Louis y yo, que ahora mismo era inexistente.

-Chicas...-les llamé la atención cuando estabamos todas en el salón.

-¿Qué pasa, Shailene?-preguntó Christine.

-Volveré a Manchester

-¿Qué? ¿Pero estás segura Shailene?-preguntó Allison con cierta preocupación.

-Estoy muy segura, no tengo nada aquí. Y lo que tenía lo he perdido...-dije reprimiendo las ganas de llorar.

-Tranquila, Shailene...-me abrazó Ainara.

-Shailene, sabes que te puedes quedar aquí el tiempo que quieras, nos tienes a nosotras-me sonrió Christine.

-Me iré chicas, me iré a Manchester-dije decidida.

-¿No hablarás con... Louis?-preguntó Allison.

-No quiero hablar con él-negué con la cabeza-. Me iré esta tarde.

-¿Tan pronto?-dijo sorprendida Ainara. Yo únicamente asentí.

Después de comer, me despedí de las chicas cuando estábamos en la estación de tren. Volvería a casa en tren, porque no quería conducir así de despistada en un viaje tan largo. En dos horas estaría de nuevo en Manchester.

Me quedé mirando el paisaje mientras que iba pensando en lo mío. Estaba claro que lo que mal empieza mal acaba. Y eso me había pasado con Louis, pensaba que él era de otra forma, pero resulta que era todo lo contrario.

Lo peor de esta situación es que aún seguía enamorada de él hasta las trancas. No podía sacar de mi cabeza todos esos momentos junto a él. Fui recordado uno a uno, hasta el día de la fiesta, cuando el chico me estaba acosando y Louis estaba con esa chica rubia. En ese momento, fue cuando las lágrimas brotaron de mis ojos. Lo único que quería era ser feliz y esta situación era de todo menos feliz.

Miré mi móvil, Louis no paraba de llamarme y mandarme mensajes que yo ignoraba. Lo único que quería en este momento era llegar a casa y comerme una tarrina enorme de helado.

Narra Louis:

El próximo concierto sería en una ciudad en la costa de Francia y sería mañana. Como estábamos cerca de Londres, decidí ir para solucionar las cosas con Shailene. Por suerte tendría un día de margen. En cuanto llegué a Londres, fui directo a la casa de las chicas.

-Hola, Ainara, ¿está Shailene?-pregunté nervioso.

-Mm... No está, Louis, lo siento.

-¡No me mientas! Necesito hablar con ella, sé que no quiere verme, que no quiere oírme, sé que me odia, pero necesito hablar con ella-dije desesperado.

-Louis... Puedes entrar si quieres, ella no está-dijo Ainara haciendo una mueca.

-¿Dónde está?-pregunté-¿Dónde está ella Ainara?-dije cabreándome por no conseguir hablar con Shailene.

-Louis... Tranquilo

-¡No puedo estar tranquilo!-grité.

-Ha vuelto a Manchester-gritó de la misma forma.

-¿¡Qué!?

Me fui de allí con rapidez. Antes de coger de nuevo el avión privado, pasé por la casa que tenía en Londres para coger un par de cosas. Al entrar a casa me di cuenta de que estaba súper ordenada, toda su ropa seguía allí y que olía todo a ella.

Sin dudarlo, fui de nuevo al aeropuerto para ir cuanto antes a Manchester. Por suerte, en media hora estaría allí para intentar recuperar a Shailene o por lo menos para hablar con ella.

En cuanto pisé el suelo de Manchester, fui directo a la casa de Shailene que ahora mismo era lo más importante. Una vez delante de la casa de Shailene, toqué el timbre y a los dos minutos me abrió la puerta una Shailene completamente destrozada. Jamás la había visto así, iba con una camiseta ancha y larga de fútbol y en su cara se podía notar rastro de llanto, su mirada era entre amor y dolor y todo por mi culpa.

-Shailene, por favor... Solo te explicaré todo y me iré, necesito que me escuches-dije al ver que me cerraba la puerta en la cara.

A lo dos minutos abrió de nuevo la puerta.

-Tienes cinco minutos-dijo en un susurro, que me terminó por romper el alma.

Seguí a Shailene hasta la cocina, allí me sirvió un té. Estábamos separados por la barra americana que tenía en la cocina.

-Cuando he ido a casa estaba toda tu ropa allí-dije para quitar tensión.

-He traído únicamente lo que necesito. Más tarde traeré toda la ropa, quería venir cuanto antes-explicó tensa.

-Shailene, sé que ahora mismo las cosas entre nosotros no están bien por mi culpa. Pero no pongas esa cara. Parece como si te fuera a hacer algo malo y eso jamás lo haría-dije con una mueca.

-Louis, ve al asunto-dijo de nuevo tensa.

-La chica que te envió las fotos la conocí antes de empezar a salir contigo, por lo que esas fotos son antes empezar a salir contigo, Shailene, no la he vuelto a ver. Ni siquiera llevo la misma ropa en las fotos que en la fiesta-expliqué.

-¿Y ahora es cuando yo te debo perdonar?-preguntó con la voz quebrada.

-No tengo explicación por dejarte sola durante toda la fiesta, ni aparecer en todo el día. Liam me dijo que lo pasaste mal, pero me gustaría que me lo explicases tú...

-La noche de la fiesta...-suspiró-un chico se acercó a mí insistiendo en invitarme. Cuando fui con Allison y Liam se dio cuenta de que tenía novio y me llamó calienta braguetas. Cuando me aburrí en la fiesta decidí irme de allí. Como iba sola, ese chico volvió, pero por suerte Liam y Allison aparecieron antes de que me hiciese algo grave.

Fue entonces cuando me di cuenta de que tenía varias heridas por las piernas, por los brazos y en la mejilla.

Continuará...

Nobody compares to you (3ª T.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora