Relatos de orgullo

• Órbitas •

Todo empezó cuando te sentaron a mi lado, creyendo que podría ayudarte de alguna forma. Agradeciste y estuviste toda la clase sacudiendo mi codo para que te explicara las inecuaciones, pero yo sólo seguí resolviendo ejercicios tratando de no dormirme sobre la mesa.

Creo que me odiaste un poco, creías que era egoísta y engreído. Quizás tengas razón, pero... ¿sabes? Eso no es tan malo en realidad.

Pasó el tiempo y mientras menos intentos hacías para que te prestara atención, mayor era mi interés en ti. Es curioso, esa gravedad que tienes, la de una estrella,  que causaba una orbita de la escuela a tu alrededor. Al principio, yo era un cometa divagando en el espacio, pero me capturaste y lograste que formara parte de tu sistema.

Sin embargo, nunca tuvimos una conversación mayor a cinco frases, nuestro orgullo era demasiado potente, aunque tal vez sólo el mío.

Luego, las fotos salieron.

Sinceramente, no me lo esperaba de tu parte, y me molesta sentirlo, porque no hay que esperar nada, aún así me sorprendió verte besándote con el profesor de historia en el baño.

Hasta el día después del juicio no pusiste un pie en el colegio, y aunque te suene raro, te extrañé. Aunque casi me causaras un hematoma en el brazo por tantos piquetes, me hicieron falta.

¿Recuerdas tu sistema? Desapareció por completo, cada planeta salió despedido de tu órbita, excepto ese pequeño cometa que pasa cada 76 años.

De alguna forma, nos unimos. No como esos chicos que van a todos lados juntos, no. Seguíamos sin hablar, sin tocarnos, pero estábamos atentos a los movimientos del otro, nuestras miradas coincidían a lo largo del día. Nadie sospechaba, y ambos estábamos bien así.

No diré que tuvimos un mal final, porque ni siquiera tuvimos un comienzo. Eramos dos cuerpos celestes orbitando, pero jamás colisionamos.

¿Estoy arrepentido? La verdad no, ninguno estaba listo. Sigues navegando en mi mente, a pesar de todo tu gravedad no flaquea, aunque hace años no te haya visto. Ahora sé que esa estrella es la supernova más brillante, y este cometa sigue divagando en el recóndito espacio.