NO ES COBARDIA

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Aquellas luces ya estaban dejando de arder, estaba muy frío, demasiado para cultivar algún buen recuerdo; y en la soledad de una lenta caminata, buscaba el rincón perfecto para terminar todo lo que alguna vez fue lo que la mayoría de gente, normal y con algo de autoestima, llamaba vida.

Uno no puede decidir morir tan fácil; es más, uno no puede tomar esta crucial decisión en tan poco tiempo. Sin embargo, al hacerlo forzosamente, se puede tomar como si todos los pensamientos originados por tus neuronas en los mili segundos siguientes, han puesto la línea histórica normal de un ser humano contra la naturaleza, por lo tanto contra su propia humanidad. Ahora ya no soy un ser humano y esta tarde dejaría de ser materia orgánica completamente.

En aquella esquina ya no pasaba bípedo racional, era el momento y el lugar preciso para hacerlo. Envuelvo con mis dedos esta pistola guardada en mi bolsillo y que muchas veces le salvo la vida a personas inocentes y pienso en lo irónico que es este hecho, ya que, esta vez no protegería a nadie de alguien, sino a los demás de mi mismo.

La esquina seguía oscura, fría y solitaria, cuando el verbo, "caminar", desapareció en la oración del párrafo, del texto, de la realidad que estaba contando el como terminaría todo esto rápidamente, entonces levanto el arma hacia mi cabeza, dudo de mi efectividad y meto el cañón en mi boca, cierro lo ojos,  sudo un poco de lagrimas y busco tranquilizarme ante todo lo externo, tal y como como si tuviera los poderes mentales para mover la realidad con solo pensarla.

La nada se llena con recuerdos, recuerdos  de todos los problemas que le habían ocasionado a este maldito mundo, y también por que no aquellos que el mundo me ocasiono a mi. La guerra es cruel y más aun contra tus propios compatriotas, tus hermanos de sangre, costumbres, historia y sentimiento. 

Mi mente la comencé a sentir distorsionada; un desorden incontrolable, ofuscación a la cruel verdad, la causa de todo este declive de coherencia, la inestabilidad sentimental, la profunda y arraigada indignación ante aquellos que atentan contra la vida de otros y que no sigue mi camino de auto eliminación.

El arma se cargo y fue como si un segundo reloj dejara caer la arena más gruesa del universo en un sonido seco de algún resorte dentro del revolver. Entonces el gatillo se volvió más sensible y los dedos nerviosos.

Veía en mi imaginación la imagen de ese traidor con su boca solía escupir la bandera y los cuerpos de mis hijos que tanto amo.  De pronto la bala se hundió fugaz, feroz y agresivamente en esos pensamientos e hizo que todo se cortara en un negro vacío de estresante angustia y dolor punzante.

Mi sangre tardaba en salir, pero el reloj ya había dejado de ser tan lento. Mi mente estaba desapareciendo velozmente, y el único consuelo que puedo esbozar o rezar en estos mili segundos de pólvora y fuego, son los que mi general y padre siempre inculcaron en mi: ".. Tu nación es primero ...".

La esquina seguía desnuda de gente viva y al mismo tiempo llena de sangre, sangre de un corazón ya descuartizado hacia unos días atrás, sangre que traslucía el liquido rojizo que sale del alma cuando se destruye caótica mente en cruel traición. Gente de mi escuadrón, gente que consideraba como hermanos. La cobardía no cabía en esta escena tan triste y lógica, ya que ni en el último momento se sintió amedrentado, la pena de no tener orgullo podía mucho más. Solamente fue que la desesperación y las manos atadas con la soga del cariño a la patria, las que explotaron realmente en mi mente y fue mucho mas fuerte que una simple bala.

Era comprensible que únicamente estaba terminando un dolor, que era como quien mata a algún animal ya desollado para que no siga sufriendo. No obstante, esta vez, no hubo ningún cazador capaz de haberme hecho este favor y el único que fue capaz de terminar mi  agonía, fue su sola autosuficiencia, porque hasta el último momento amé y para poder amar a alguien primero debes amarte a ti mismo primero....

El alma del entonces ya fallecido capitán, a lo lejos, agradeció la oportunidad de haber amado a alguien y de asumir ese riesgo que se asume cuando uno se enamora de su pueblo, de su patria, de su nación. Su propio escuadrón lo había obligado a suicidarse para soltar a los rehenes y esa alma, finalmente, se elevó por el vacío de la esquina y encontró el lugar que, nadie que nunca haya amado, va a poder conocer. 

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⏰ Última actualización: Oct 02, 2017 ⏰

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