Existen viejas historias, antiguamente escritas en pergaminos que fueron desapareciendo con el paso del tiempo. Relatos donde los antepasados contaban el maravilloso existir de una pareja destinada.
Nadie podía explicar el núcleo de la necesidad de estar en contacto con otra persona, pero tampoco, nadie negaba su existencia.
Tal parecía no ser una simple coincidencia, si no, el poder de la reencarnación de dos amantes a los que el tiempo nos les fue suficiente. Porque cuando existía una conexión tan poderosa, de tan solo una simple mirada, podía reflejar el amor eterno que esas personas se tenían en sus vidas pasadas.
Mas que romántico, resultaba simplemente aterrador.
Era incierto, lleno de riesgos y con la posibilidad de no ser un destino favorecedor. Nadie aseguraba que, su "pareja de otra vida", hubiese sido una persona que realmente tuviera un amor incondicional. Aquel que cuidaría de su corazón sin ninguna condición hasta que este se marchitara con el paso de la vejez.
Así como podía encontrarse un rio brillante, transparente y puro; se podía encontrar un camino rocoso, una tormenta no deseada. Nada evitaba la probabilidad de una grieta inminente llena de posibilidades en las que un Omega o Alfa enlazados, no estén realmente satisfechos con aquello.
Porque si llegaba a existir la oportunidad de encontrar a tu pareja destinada, se convertía en una unión que difícilmente se podía fracturar; si aquello sucedía, su psique Alfa u Omega, terminaría completamente quebrantado.
Todo se guiaba a simple deseo carnal causado por su instinto animal.
Sugawara Kōshi no deseaba aquello.
No buscaba a su destinado, pero, de llegar a suceder, no quisiera simplemente dejarse guiar por su psique Omega. Deseaba realmente aprender a amar, no deseaba que su lado Omega sintiera la necesidad de ser tomado por cualquier Alfa.
Esa noche no pudo dormir, tampoco las cinco siguientes. Simplemente el miedo no se lo permitió.
No dejaba de pensar en todas las posibilidades, buenas o malas, que su situación podría atraer. Ni siquiera estaba seguro de que lo experimentado aquella tarde se trataba justamente de un posible lazo.
De ser así.
¿Qué tal si Daichi no era el Alfa que siempre espero?
"Aquel deseo era sumamente inevitable. El anhelo de unirnos era más grande que nosotros mismos".
[...]
Cada despertar solía ser un agonizante inicio, una dolorosa memoria que amargaba día con día su vida. Porque solo le recordaba una cosa, una única realidad a la que estaba destinado por culpa de la sangre que llevaba en sus venas.
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My Neighbor
FanfictionLa historia comienza cuando dos individuos que ni soñaban con conocerse, dos almas unidas por el destino, terminan encontrándose. En el instante menos esperado, pero justo en el momento indicado. Cuando dos personas están destinadas a estar juntas...