3-La Habitación Prohibida

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Luego de ese frío y raro rose, me separe de el.

Mamá ¿Puedo ir a hechar un vistazo por la casa?-Pregunté nerviosa y a la vez curiosa por irme y no estar más con mi tío que me daba muy mala espina.
Si puedes, pero ven por aquí así te indico donde están todas las habitaciones y también te voy a decir cada una de sus funciones. Seguí a mi madre con una sonrisa fingida hasta que pisamos el primer escalón de las amplias escaleras. Ya iba llegando a el ultimo escalón cuando sentí que me pusieron un pie delante mio y caí sobre mis brazos y mi mamá me miro extrañada y dijo mientras bajaba los escalones que ya había subido:

-¿Estas bien hija? Son medias resbalosas estas benditas escaleras- Dijo ahora con un tono medio enojado mientras me ayudaba a levantarme.
-Estoy bien, gracias- Dije sacudiéndome

Desde abajo se escuchaba una risa, miré y era mi hermano que se la estaba pasando bien mientras que a mi me dolía el brazo, toda mi familia me miraba preocupada desde abajo y yo dije:

- ¡No se preocupen estoy bien!- Lo dije casi gritando. Me sentía avergonzada por lo ocurrido
- Hija ¿Quieres que cancelemos el recorrido y después cuando estés mejor lo hacemos? -Dijo mi madre asustada mirándome el codo que lo tenía raspado.
-Bueno esta bien- Dije suspirando
-Vamos al baño que te voy a curar -Dijo rápidamente mi tía desde abajo

Baje las escaleras casi corriendo y cuando llegue a donde se encontraba mi tía me dijo:

-Sígueme vamos a ir al baño de la planta baja

La seguí hasta una puerta de vidrio que estaba en la misma sala a la izquierda en donde se encontraban las escaleras. Cuando abrió la puerta me encontré con un lujoso baño que tenía un espejo gigante y a un lado estaba el inodoro, también muy lujoso y al lado del mismo el grifo que arriba tenía una repisa en donde tenían todos los medicamentos posibles y distintos tipos de cremas.

-Respira hondo, y no te preocupes yo soy enfermera así que se de esto- Lo dijo con una voz suave y dulce, agarrando un frasco con un liquido de color marrón y un algodón.

Luego de que me curó me guió hasta el comedor. Todos ya estaban sentados y estaba servido un plato de pollo con salsa blanca y puré. 

-Por aquí- Dijo el mayordomo mientras me invitaba a sentarme al lado de mi tío
-Gracias Alexander- Dije con una sonrisa sentándome

El comedor estaba detrás de una puerta gigante también de vidrio, era muy luminoso porque tenía ventanales muy modernos que daban al jardín de entrada, las paredes eran de un color arena suave y el suelo era de baldosa color blanco con pintitas color salmón. En el centro había una mesa larga blanca y el centro era de vidrio, para variar, y las sillas eran acolchonadas de color salmón suave también, a lo lejos de la mesa había una barra en forma de ¨L¨con taburetes blancos, había cuadros abstractos de colores llamativos por todos lados, a un lado había una mesa de madera con una tetera antigua y unas tazas también antiguas, al frente de la misma, un televisor gigante y dos sillones blancos muy modernos.
Cuando terminamos de comer el plato principal, inmediatamente el mayordomo levanto los platos de la mesa y frente a nuestros ojos se presento un pequeño plato con una torta de chocolate. Estaba exquisita. Todo el almuerzo mi hermano Evan me miraba con cara rara, yo, por supuesto lo evite y seguí con lo mio.
Después de haber terminado el delicioso almuerzo todos se levantaron de la mesa y se fueron a distintos lugares que yo aun no conocía. Como mi madre me dejo explorar la casa, me levante de la cómoda silla y me fui al salón principal, en donde estaban mis tíos tomando un café en los sillones del amplio espacio.

- ¿A donde te diriges preciosa?- Dijo mi tío sin levantar la cabeza del diario
- Iré a visitar la casa- Dije curiosa
- Esta bien ve tranquila, los demás están en el patio trasero- Dijo señalando la puerta que daba a la cocina
- ¡¡Ok, adiós!! Primero iré  arriba y después recorreré abajo- Dije con entusiasmo

Descubriendo a la Familia LeeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora