Siempre había pensado que tenía una vida relativamente normal, ya saben: Amigas casi normales, clases normales, trabajo normal... vida normal.
Pero nunca imaginé que ese chico (sí, ese, con el que choqué en una fiesta en la que me escabullí) term...
Voy a hacerles una lista de lo que último que recuerdo de lo que pasó en la fiesta:
- Fui a la barra con Alexander, eso ya sabían
- Alexander invitándome un trago y yo aceptando por cortesía
- Yo bebiendo mientras bailaba sin control alguno
- Alexander quitando vasos de mis manos
- Yo corriendo por toda la fiesta cual lunática fuera del manicomio
- Entré a una habitación donde vi a Albert y una chica besándose
- Yo, bailando "sensualmente" sobre un mueble
- Mia tomando fotos
- Regina llorando
Y luego no recuerdo nada más.
Lo primero que veo al abrir los ojos es a Mia en una habitación extremadamente espaciosa y... rosa (creo que no es necesario decir que no estoy en la comodidad de mi departamento) esto, definitivamente, es su habitación. Mi pregunta es "¿Cómo rayos terminé aquí?", así que para al menos comenzar el día de una buena manera, decido levantarme para luego ir a prepararme una taza de café. La necesito urgentemente
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Consejo #1 si es la primera vez que te emborrachas: No te levantes de golpe
Gruño porque el dolor de cabeza es realmente insoportable, no quiero volver a ver ni una gota de alcohol en lo que resta de mi vida. Antes de ir por mi café haré una parada en el baño.
Salgo cautelosamente de la habitación sin hacer mucho ruido porque Mia no es precisamente la mejor persona del mundo cuando la levantan, bueno, yo tampoco así que la comprendo. Estoy por llegar al baño del pasillo cuando una puerta a mi derecha se abre, volteo inevitablemente y siento como chocan contra mi
- Vaya, al parecer se volverá tradición que siempre nos encontremos así, Sam -Me dice Alexander. Esperen, ¿Alexander?, levanto la mirada súper rápido y tan confundida que no mido la distancia de nuestros cuerpos y termino golpeándole la barbilla con mi cabeza.
- Auch - le digo - lo siento - aveces mi torpeza llega a niveles tan elevados que ni yo puedo controlarlo - ¿estás bien?- Le pregunto, está muy silencioso. Entonces hace algo que no me esperaba, se ríe. Sí, se ríe, yo lo veo con cara de "wtf". Tal vez sea bipolar y no lo noté antes (bueno, no es como si lo conociera de años, pero cualquiera lo nota en una noche... creo) -¿Qué es lo gracioso? -
-Tú - me responde sin más.
Al menos es sincero, dice mi subconsciente
- Vaya, que sincero me saliste - Le respondo aún sin entender el porqué de su risa
