Siempre había pensado que tenía una vida relativamente normal, ya saben: Amigas casi normales, clases normales, trabajo normal... vida normal.
Pero nunca imaginé que ese chico (sí, ese, con el que choqué en una fiesta en la que me escabullí) term...
Aquí estoy, Samantha Miller (o simplemente Sam, como todos me llaman) una estudiante promedio de 17 años de la universidad "Daves Irvine University" donde logré conseguir una beca con mucho esfuerzo...
En fin, me estoy desviando del tema; hoy es el primer día después de las vacaciones de fin de año de la "maravillosa" universidad (cabe aclarar mi sarcasmo y no me malinterpreten, amo mi carrera, pero es complicada).
Mis nervios desaparecieron después de ingerir una buena cantidad de café (que yo considero como uno de los mayores placeres de la vida). Vivo en un departamento con mi hermana Raquel, a quién casi no veo porque siempre está trabajando o está con mi cuñado Matt (si, está casada con solo 24 años y no se porque aún tiene sus cosas aquí si ni siquiera se aparece para dormir) suspiro y espero lo mejor para este día.
***** Después de bajar del autobús que normalmente tomo para llegar a la universidad, me llega un mensaje de Skarlet (una de mis mejores amigas)
"¿Ya casi llegas?, son las 6:05 am. y tu aún no te dignas a aparecer, se que no te gusta levantarte temprano pero apúrate"
Ella es una chica alta con unos ojos negros alucinantes y nos conocemos desde la preparatoria, al igual que a Mia y Regina pero ya les contaré sobre ellas, Skarlet va más allá de la puntualidad y siempre está 10 min. antes en el lugar acordado y digamos que siempre soy la segunda de nuestro grupo en llegar a la universidad y es por eso que cada día mi primer mensaje resulta ser de ella (y no, no uno de buenos días, si no uno diciendo que me de prisa)
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"Se que en el fondo te mueres porque te haga compañía xD"
Tecleo rápidamente antes de cruzar la última calle para llegar a la universidad.
Lo bueno de mi vida es que cada día es diferente ,y no me refiero a que hago actividades extraordinarias en las que puedo sentir la adrenalina corriendo por mis venas, sino que siempre me llevo sorpresas nuevas o alguna que otra ocurrencia graciosa de las chicas que hace que mi vida no caiga en la monotonía, y agradezco mucho por ello. Siento una vibración en mi pantalón y se que Skarlet rodó sus ojos al ver mi mensaje, entonces saco mi teléfono para ver su mensaje
"Ya quisieras primor 🙄, ¿por dónde andas?"
Sonrío al ver su emoji porque la conozco muy bien y respondo:
"Casi puedo verte desde donde estoy, casi xD"
Sigo caminando y distingo su delgada figura sentada en una de las bancas improvisadas que tiene nuestra facultad (ya que están pegadas al muro de esta); observo que está con su teléfono muy distraída y sostiene una taza de café en su otro brazo, entonces me acerco cautelosamente y toco sus hombros muy rápido causando que de un salto desde su asiento y que salga un pequeño grito de sus finos labios, me río inevitablemente y ella cae en cuenta de que fui yo, lo que hace que ruede sus ojos (sinceramente pienso que no podría vivir sin ese gesto tan típico de ella)
