Capitulo 5: Kyungsoo

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Byun (Do) Kyungsoo, 19 de mayo de 2018.

Seúl, Corea del Sur.

Ya han pasado dos días después de lo sucedido con JongIn y  yo seguía negándome ante su perdida.

Aunque Sehun me hubiese dado vacaciones hasta que lograra reponerme sabía, algo muy dentro de mí me lo indicaba, que esto no había sido un suicidio.

Antes de que JongIn saltara por la ventana, por lo que mi jefe me contó, estaba hablando con Krystal y alguien más, o al menos eso le parecía, pero no fue capaz de observar de quien se trataba o si es que realmente había alguien más. No era idiota, sabía lo que quería decir con eso, además, también era de mi conocimiento lo que todos cuchicheaban en la empresa y quizá eso también fue un incentivo para que Sehun insistiera en tomarme unas vacaciones obligadas. Todos comentaban de lo descuidado que se veía mi novio al momento de ingresar a su propia compañía y del como casi ataca a la recepcionista, todo eso en un intento desesperado por encontrarme, ahí radicaba mi primera incógnita, ¿por qué le urgía tanto el saber dónde estaba? y eso sólo me llevaba al momento exacto donde había recibido su llamada, escuché su desesperación por la línea, pero seguía sin entender a qué se debía. Y sé que todos dan por hecho que hizo lo que hizo porque, de alguna forma, había perdido el juicio.

Yo no lo creía así.

Me sentía exhausto, además de molesto, algo se me estaba escapando de entre toda esta historia. Me recline sobre el sofá de la sala del piso que compartía con JongIn, intentando buscar entre mis recuerdos algo, cualquier cosa, para entender qué es lo que había provocado que hiciera lo que hizo. Lo último que recuerdo antes de desmayarme sobre Sehun fue el grito de Krystal junto con el llamado de mi jefe. Me había aterrado tanto escuchar su voz desgarrarse al pronunciar el nombre de mi novio que logré despertar del todo del dolor de cabeza que tenía, descubriendo que me encontraba encerrado en los baños de la tercera planta y, al salir, todos los empleados se peleaban por echar un vistazo fuera de la ventana rota.

Suspiré, ya había tenido suficiente de lamentos. En el funeral de mi novio habían asistido muchas personas, tanto familiares como amigos y, por desgracia, algunos empleados. Entre ellos, su secretaria. No me agradó el que se presentara, aunque si lo decía en voz alta muchos me juzgarían, no era un secreto que repudiaba a la ex-novia de JongIn, pero mis sentimientos no tenían nada que ver con respecto a la antigua relación que ellos mantenían antes de que yo llegara a sus vidas. Se mostraba devastada, sí, pero también nerviosa, asustada. Todo el tiempo que duro la velada ella simplemente se mantuvo al margen de la situación, sentada sobre uno de los sofás de la sala cerca de la salida, nunca se levantó de su lugar, miraba de vez en cuando en dirección al lugar donde descansaba JongIn, pero jamás mantenía su vista fija, eran sólo segundos los que duraba su observación. Giraba su cabeza al rededor de la sala, buscando algo o a alguien, por si eso fuera poco, cuando ingresaron al salón las personas encargadas de llevarse el cuerpo de mi difunto novio, ella palideció, como si hubiese visto a un fantasma o algo peor, y como alma que lleva el diablo salió de ahí.

En mi dolor fui incapaz de ver algo sospechoso ante eso, no me culpo por no haber investigado, el dolor aún seguía presente en mi cuerpo, como si estuviese infectado de eso y lentamente me estuviese consumiendo. Si cerraba mis ojos por un tiempo prolongado era capaz de volver a tener la imagen de JongIn, tumbado contra el pavimento, daba la casualidad de que su figura se asemejaba a la de alguien que había sido recostado ahí, con la única diferencia de que se encontraba sobre un enorme charco rojo.

Negué en un intento en vano por borrar el terrible recuerdo y despejar mi mente, levantando mi brazo izquierdo sujeté con fuerza la copa de cristal entre mis dedos dirigiéndola a mis labios, bebiendo del dulce vino y fijando la vista sobre la pequeña caja aterciopelada sobre la pequeña mesa de té en medio de la habitación. Dentro de ella descansaban los motivos del porque dudaba fielmente a que JongIn simplemente haya perdido la razón de la noche a la mañana, ahí, frente a mí, se burlaban de mi dos alianzas de oro. Nuestros futuros anillos de compromiso.

Y Kyungsoo muere.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora