dijeron que el demonio no besa
dijeron que el demonio no duerme
dijeron que el demonio no pesa
dijeron que el demonio no quiere.
puedo desmentir con total seguridad
tres de las anteriores afirmaciones
puede que suene a vanidad
pero él nos usa como peones.
estoy segura de que el demonio besa
porque sus labios a mí me han tocado,
pero sigo adicta a ellos como diablesa
y él a los míos, por eso está enfadado.
estoy segura de que el demonio duerme
porque junto a mí él ha dormido
le observé y no me cansé de verle
sobre su pecho escuchando su latido.
estoy segura de que el demonio pesa
porque sentí su cuerpo encima del mío
su piel con mi piel, su espalda tensa,
su cuerpo desprendiendo calor esa noche de frío.
no estoy segura de si el demonio quiere
aunque no me puedo fiar de lo que oí
pero lo que aún más me hiere
es que no me quiera a mí.
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