El agua es lo más importante para la vida. Todo ser vivo necesita agua para vivir, todos y cada uno de ellos no puede prescindir del agua, pero algunos, tambien necesitan al Sol. Para ellos los dos son esenciales.
He aquí una flor, una flor normal. Sin nada especial, ni hermosa ni con un placentero olor. Una como cualquier otra, con sus necesidades de agua y Sol. Ella solía querer al agua, porque era tan cercana, tan adaptable. La quería, hasta que se dio cuenta de que todos la necesitaban.
Ya no quiere agua, no teme morir deshidratada. Ahora ya no busca lo cercano, busca algo mejor pero lejano. Ella quiere al Sol, tan cálido, tan hermosamente cegador. La flor sabe que el Sol nunca se fijará en una flor normal entre miles de millones de flores, pero ella le quiere y con eso le basta.
La pobre flor no sabía que tenía todo lo que quería desde el principio, tal vez lejos, pero lo tenía.
