quinze

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Hoseok pov.
Me dispuse a ir de una vez donde TaeHyung y decirle todas las cosas que algún día he guardado hasta en el más mínimo recoveco de mi alma.
Arreglé mi camisa que creí no usar nunca y dependí de un beso en la frente de mi madre para irme con alguna ilusión de que si sería correspondido.
Ya ni sabía que más regalarle a Tae, desde pequeño lo quise y lo mimé como nadie pero bueno, siempre como los mejores amigos que éramos. El primer regalo fue a los cinco cuando en el cumpleaños de Jackson la piñata explotó y el pequeño Taetae se quedó sin dulces, le di todos los que tenía solo por la satisfacción de ver esa sonrisa rectangular dirigida hacia mí; el segundo fue algo más grande, a los 11 cuando estuvo de cumpleaños y ni su familia lo había saludado, junté a nuestros amigos e hice una pequeña fiesta sorpresa,
lo recuerdo todo claramente
cuando vendé sus ojos y tomé su mano derecha, él estaba asustado porque no sabía donde iría a parar,
le susurré en el cuello/oído que le encantaría, dicho y hecho, la pasó tan bien ese día que creo yo siempre será recordado como uno de mis mejores regalos hacia el tímido Kim Taehyung.

No recuerdo muy bien el porqué nos distanciamos, solo nos veíamos en las reuniones familiares y él ni una mirada me dedicaba, si estaba claro de que sus miradas ya no iban para mí o quizás nunca lo fueron.










Estaba justo en la otra vereda, justo frente a la casa que nos guardó durante nuestros años de mejores amigos. Había cambiado su color a un amarillo pálido pero sin duda su esencia quedaba tal y como el chico de ojos color chocolate que abría la puerta; mis ojos no me fallaban porque lo estaba viendo con un pijama de conejo u algo parecido.
Era majestuoso,
          él,
su tez de piel tan característica,
oh dios,
es tan hermoso.

Me percaté de que no había sido yo quien tocó ese timbre, no
claramente yo no era.

Jeon Jungkook, el chico de su escuela, ese al cual le escribe textos larguísimos en su blog, aquel blog que estuve buscando como un maniático solo por saber más de él,
dolía sentirlo ajeno.


Me caí, me caí del pedestal de ilusiones en el que me encontraba,
creyendo que llegaría ahí y la pasaríamos genial como los viejos tiempos.
No, yo no la pasaría bien,
ellos dos gozarían esta noche.


— es curioso como a veces se llega a ser tan inocentemente cruel —

—•—

Jungkook pov.

Creí haberme perdido en esas calles que parecen laberintos y más bien, lo hice.
Taehyung nunca respondió mis mensajes, anda a saber tú lo que estaba haciendo y joder ya creía estar muerto por el inmenso frío que azotaba mis brazos descubiertos,
al único pendejo que se le ocurre salir de casa en la noche solo una sudadera blanca,
eres idiota Jeon,
realmente idiota.

Creo nunca haber sido tan insistente con alguien pero de verdad, Taehyung me estaba jodiendo con no responderme,
recordé que luego de la clase de música lo había buscado en Facebook porque me pareció simpático
así que pensé en que su dirección estaría ahí,
yasss,
estaba justo en el otro barrio,
suerte nivel Jungkook(?.








Vi todo apagado y me asusté, no sabía que le pudiese haber pasado además de que ni respondía los mensajes
pero le toqué más o menos seis veces (el timbre, obvio),
juro que mis ojos flasheaban un Taehyung con ganas de matarme justo cuando abriese la grisácea puerta de aquella gran casa,
la acción no se concretó pues este niño salió vestido de conejo,

desde ese día es 'pasividad taehyung'

✧Je t'aime ✧ ;  ☾kookv☽Donde viven las historias. Descúbrelo ahora