Capítulo 3

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El viernes había llegado y yo para ese punto ya no me sentía humano. Los profesores habían estado más pesados que de costumbre, mis amigos más molestos que lo usual, mi padre también era odioso, Dahye se metía en todo y Kyungsoo me seguía todo el tiempo.

Bien, tal vez estaba exagerando, pero después de saber que mis vacaciones se habían arruinado, me sentía más irritable de lo normal, hasta parecía mujer en esos días.


Después de la escuela, caminé con Kyungsoo a casa en modo zombie y al llegar simplemente me arrastré a mi habitación sin saludar a nadie, mucho no importaba, llevaba toda la semana sin dirigirles la palabra a todos los que vivían en mi casa y ninguno parecía querer ser el primero en acercarse a mí.

Me tiré en mi cama y me quedé dormido, aunque no supe cuanto tiempo, no había podido dormir toda la semana con toda la situación de mi madre, intenté llamarla y le dejé más de un mensaje pero nunca me llamó.


Cuando desperté, el cielo comenzaba a cambiar de color, anochecería pronto. Me quité el uniforme que aún traía puesto y me puse ropa cómoda, en momentos así caminaría en ropa interior pero Dahye debía estar por ahí dando vueltas en casa.

Fui a la cocina para comer algo pues mi estómago me exigía comer. No parecía haber nadie en casa, no escuchaba ruido.

Sobre la mesa había un pedazo de pastel con fresas, mi favorito por cierto, con una tarjeta que decía "para Jongin" con una linda caligrafía, hice una nota mental de agradecerle a Dahye por el pastel.

Tomé leche de fresa de la nevera y comencé a comer aún en la cocina, al menos me hacía sentir mejor, el descanso me había venido bien.

-Despertaste- escuché una voz atrás de mí y me giré para ver a Kyungsoo vistiendo un ¿camisón? lleno de cintas, con el cabello húmedo y sentí un aroma dulce.

-Ajá- dije mirándolo de arriba abajo lo cual lo incómodo pues carraspeó.

-¿Ya no estás enojado?- cuestionó sentándose frente a mí.

-No estaba enojado- contesté.

-Sí estabas- dijo con lo que creo fue intento de voz tierna, no es que a mí me lo pareciera.

-No estaba molesto con ninguno de ustedes- dije sin mirarlo.

-Lo sé, fue por lo de tu madre ¿verdad?- insistió.

-Bueno sí- solté- odio que cambie los planes que ya teníamos y ni siquiera me dé la cara para avisarme.

-Pobre Jongin, no te mereces esto- puso una mano sobre las mías y juro que vi un arco iris atrás de él, hacía mucho que no iba al oculista.

-En fin- comencé quitando mis manos sutilmente y poniéndome de pie, me hacía sentir incómodo el contacto físico- dale las gracias a tu madre de mi parte.

-¿Gracias por qué?- preguntó extrañado.

-Por el pastel, estaba delicioso como todos los que ha hecho- respondí.

-Mi madre no sabe cocinar muy bien, mucho menos hacer pasteles- dijo riéndose.

-¿Y el pedazo que me comí?- estaba confundido.

-Yo lo hice- sonrió aún más- puedo hacer más si me lo pides.

-Espera ¿qué?

-Todos los dulces que mamá ha traído para tu papá y tú fueron hechos por mí, me alegra que te hayan gustado tanto- percibí un toque de burla al final e hice lo más inteligente que podía hacer en ese momento, subí corriendo a mi habitación, masculinamente, eso sí.

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⏰ Última actualización: Jun 03, 2017 ⏰

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El Paradigma de Kim Jongin - [KaiSoo/KaDi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora