3. Excusa

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¿Sabían que en Ilvermorny no hay elfos domésticos?

Pues no, no hay. Pero en su lugar hay irónicamente pukwudgies. A John no le molestan estas criaturas, después de todo son ellos lo que le hacen la comida todos lo días, simplemente no podrías odiarlos.

Le molestan en sobremanera los estudiantes de esa casa sean sangre sucias o no, porque van por la vida dándoselas de buenos samaritanos y "ayudando" a quien lo necesita. Esa actitud no es natural o al menos eso piensa John, y en todos los años que lleva siendo estudiante no había interactuado más de lo necesario con miembros de esa casa y planeaba que las cosas siguieran así por mucho mucho tiempo.

Espera en la terraza después de clases a que Mark se presente ante él sin poder evitar poner su cara de fastidio. Sabe que a lo lejos Steph y Jeff lo observan probablemente burlándose de su desgracia personal, afortunadamente Kevin tiene muchas cosas que hacer y no está presente.

Amy Lee la prefecta de pukwudgie se acerca lentamente a él con una fila de niños detrás de ella. —¿John Seo?— pregunta ella tímidamente, él asiente evitando cruzar palabra. —él es Mark, cuida de él por favor ¿Si?—  y sin más se alejó de ambos con todos los niños detrás de ella. Es la única prefecta que se preocupa por que cada alumno encuentre a su tutor, los demás estudiantes de las otras casas tienen que buscar por si mismos. John rueda los ojos antes de voltear a ver a Mark.

¡Oh Dios!

Mark Lee es nada más y nada menos que el niño prodigio elegido por las cuatro casas.
—¿Hola?

🍁🍁🍁

—Y entonces, Henry vino a mi casa y nos dijo que soy un mago ¿Puedes creerlo? Mamá y papá creían que estaba loco, pero yo siempre supe que no era normal que...

—Mira niño no quiero ser grosero pero tengo reunión con el equipo de quidditch y se me está haciendo tarde.

—¡Wow! ¿Juegas quidditch? Cuando fui a comprar mis libros vi un montón de escobas en una tienda y me explicaron el juego pero no me imagino como es que juegan con pelotas en el aire.

—No, no puedes venir, sólo integrantes del equipo y ni siquiera eres de mi casa.

—oh, ya veo, entonces supongo que nos veremos luego.
John asintió silenciosamente y despidió a su pequeño pupilo, a decir verdad, era bastante agradable aunque le costara admitirlo.

La última hora la había pasado escuchando su incesante monólogo sentados en el jardín. John había hecho un hechizo para que una nube les hiciera sombra, a Mark le habían brillado los ojos y mantuvo la boca abierta por un buen rato, aunque siendo honesto, cada cosa que el menor veía en el castillo causaba esa reacción.

—Wow ¿Cómo lo hiciste? ¿Puedes enseñarme?
—Aún no, es un hechizo muy complicado que solo magos avanzados podemos hacer—. Era una vil mentira, porque hacerse sombra con una nube es algo en realidad fácil. Pero a Johnny le gusta sentirse superior.

Mark sólo asintió y volvió a sonreír y continuó hablando. Hasta que Johnny tuvo suficiente y se inventó una excusa, porque el entrenamiento de quidditch comienza hasta el siguiente mes, pero eso Mark tampoco lo sabe.

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Hola! Creo que es el capítulo más largo que he escrito hasta ahora, espero que esta historia les esté gustando 😙

The Wizard's Heart «JohnMark»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora