The Wizard's Heart «JohnMark»

12. Cerca

Las ventanas del salón de clases en el que se lleva a cabo el examen de Historia de la magia están empañadas; adentro puede llegarte un tufillo de sudor mezclado con lágrimas de adolescente y desesperación, o al menos así le parece a Johnny quién con el cabello despeinado y casi literalmente con humo saliendo de las orejas deja su pluma de faisán por fin en el escritorio dando por terminado el dichoso examen. Felicitándose a sí mismo por haber llegado al final y no ser el último en la sala.

El clima afuera a diferencia del salón calientito, es bastante fresco; el viento sopla despeinado aún más sus cabellos. Pero a Johnny no le importa, al contrario, disfruta el tacto de la brisa contra su cara. Se siente libre, porque este ha sido el último examen y ya nada puede hacer que la felicidad que siente se vaya.

Camina alegre hacia la puerta principal, los pasillos están casi vacíos. La estatua de Isolt apostada en la entrada lo espera para que vaya como siempre a despejar su mente, pero naturalmente las cosas no pueden ser tan fáciles.

Al tacto se siente pequeña y fría. La delgada mano de Wendy lo detiene por la muñeca impidiendo que siga avanzando hacia la salida—. ¿Necesitas algo?
—¿Podemos hablar? Hay algo que de verdad verdad quisiera decirte ahora.
Johnny levanta una ceja geniunamente intrigado—. ¿Ahora? —levanta los hombros en señal de que acepta la petición y la sigue adentrándose a un pasillo vacío.

—¿Y bien? Si lo que quieres es regresar al equipo, quiero decirte que pierdes tu tiempo.
La chica mucho más bajita que él niega con la cabeza, sus mejillas están bastante sonrojadas y sus ojos están brillantes
—en realidad. —comienza ella—. Es algo más complicado, me refiero a que JohnnSeoestoyenamoradadetiporfavorsalconmigo.

Le entendió, a pesar de que ella habló de corrido y sin respirar. Había entendido cada palabra.

—Yo... Yo no estoy seguro de que... digo tú y yo casi no somos tan...
—¿sabes qué? No contestes ahora ¿está bien? Piensa y me dices luego ¿si?

Wendy soltó su muñeca que había estado sosteniendo todo el tiempo y se fue, tan silenciosa y rápida como había llegado, dejándolo aparentemente solo de nuevo sobre el pasillo.

—Deberías salir con ella.
—¡oh! ¿Mark?
—es bonita, va contigo definitivamente.

Pudo ver en la expresión de Mark como algo se rompía al decir esas palabras. No, no debería salir con ella, ni siquiera debería considerarlo ¿o si?