Capitulo 1

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Fue inevitable no verlo, no sentirlo, no desearlo...

El tan perfecto con su despeinado cabello castaño almendras, sus ojos café miel, su piel morena como el azúcar áspera al tacto pero tan deliciosa al sentirla.

Este es mi penúltimo año del bachillerato, el mismo instituto, mismas personas, mismo horario, todo igual; hasta que voltee a ver, Dios mio me quede ida, anonadada, estupefacta, por Dios que no! Lo vi cuando llego al instituto con sus pantalones de moda flojos pero con estilo, su camisa de avioncitos de papel, sus zapatos tipo Vans azules...

Dios! nunca lo había visto.

Luego de 5 minutos viéndolo fijamente como boba, mejor tome la desicion de retirarme hacia el salón; pero por mas que estuviese lejos no podía dejar de pensarle. Así que me di una bofetada mental, porque no podía estar de esta manera debido a una persona que acababa de ver.

De igual forma me prometí no enamorarme ya, y no estar en una relación ya que lo único que traía a mi vida era mucha tristeza o solo los largos desvelos, las largas noches de llanto...           No gracias. Estoy bien como estoy

Durante mi primer día de instituto no le volví a ver y fue mejor, lo olvide por completo.                     Fue un día normalmente aburrido como los otros, nada cambio, excepto el nivel de las clases ya eran un poco mas difíciles pero siempre he destacado o por lo menos he tenido un muy buen promedio durante toda mi vida así que un poco mas de nivel ya es mas entretenido.

Al sonar la campana que indica el receso todos salimos como gallinas sin cabeza al necesitar ya un descanso de las agobiantes clases en un salón junto a tantas personas en una silla por horas, Dios si que es exasperante.

Durante el receso conocí a dos chicas muy agradables y su personalidad tan extrovertida; estaba la chica alta Daniela, de tez blanca como la crema, cabello de rulos negros, ojos color miel con verde; y la otra chica estatura pequeñita Génesis, tez blanca, cabello castaño, ojos café; ellas eran tan lindas y pensar que aun era el primer día ellas como si fuese desde toda la vida que se conocían. Me agradaron mucho. Según entendí Daniela es chilena pero solo vivió allí durante 2 años y luego se mudo aquí. Daniela esta en noveno grado y Genesis en mi sección. Woaw estuve allí durante horas y no la vi que mala observante soy; ellas me comentaron que se conocieron esta mañana en el baño mientras retocaban su maquillaje. Y pensar que solo me coloco rimel y un poco de delineador y ya, bueno la verdad no me complico tanto para ir al instituto.

El instituto se acabo y todos a sus casas. A la salida busque a mi hermano Rodrigo y yo tomamos camino rumbo hacia el gimnasio donde ambos practicamos Boxeo, en realidad cuando se lo dijimos a nuestros padres lo tomaron mal pensando que regresaríamos con la nariz chata, pero luego de una explicación de querer hacer ejercicio, defensa personal y sacar malas vibras de nuestro organismo lo pensaron mejor y nos dejaron poder practicarlo.

Verán, Mama es de baja estatura, guapa (no solo porque sea mi madre sino que vaya que realmente lo es ) tez blancuzca, cabello castaño mediano; Papa es Alto, tez morena, y guapísimo; ambos poseen la terquedad, su profundo enojo, pero amorosos como nadie mas. He tenido muchísima suerte de poder crecer con ellos y compartir con ellos la mayoría de los momentos mas felices de mi vida, ellos siempre han estado allí para mi y yo para ellos. Nos han heredado a mi hermano y a mi el gusto por el deporte ya que ellos siempre han estado activos llenos de energía, y pasión por este.

En fin, el entreno de Boxeo fue duro, es solamente 1 hora y media pero es mas que suficiente para querer descansar una semana, es fuerte pero da tantos resultados; me encanta.                      Luego del entreno salimos del gimnasio y tomamos camino hacia casa, a todo esto ya eran las 7:30 p.m , al llegar a casa cenamos con nuestros papas, tomamos una ducha, arreglamos las cosas para el día siguiente, y todos a sus cuartos.

En realidad me sentía lo suficientemente cansada pero no tenia sueño, así que saque mi celular y  me puse a leer hasta cansar mi vista y tener sueño, apague la pantalla y cerré los ojos, quede profundamente dormida.

Desperté por el sonido de la alarma de mi celular, vi la hora y MALDICIÓN! son las 6:00 a.m y entro al instituto en 50 minutos. Me levante rápidamente de la cama, entre a la ducha y tome el baño mas rápido que pude, entre a mi cuarto y tome lo que había arreglado el día anterior, gracias al cielo lo había dejado listo, sino hubiese tardado mas. Luego de 30 minutos ya estaba lista para ir la instituto, espere a mi hermano y nos fuimos, llegamos justamente cuando estaba sonando la campana; me despedí de mi hermano acordando juntarnos en la entrada. Apresuré el paso para el salón, y tome asiento junto a Genesis, saque mi cuaderno de Literatura, esperamos al profesor durante 5 minutos mas y al llegar este se presento como Sr. Valdez , dijo que el seria quien nos diera el resto del curso hasta ultimo año, y que debíamos aplicarla ya que era de las principales que necesitábamos aprobar en el año para hacer puntos en la solicitud de la universidad. El resto de la clase se la paso explicando los temas y dictando.

En el receso nos juntamos con Daniela, cuando estábamos llegando al patio paso frente a mi aquel chico que vi entre los pasillos del instituto ayer, esta vez estaba vestido con un pantalón color beige, una camisa azul marino y los mismo tenis de ayer. Dios era tan lindo! Me le quede viendo tan boba que Daniela me codeo y me dijo:

-Te gusta, eh? Se llama David, esta en ultimo año, pero es un mujeriego horrible; la verdad no comprendo porque todos los guapos lo son.

-Ehh, no...no le estaba viiiendo...

-Venga guapa, no digas eso que se noto tanto- dijo Genesis

-Ah, ya esta bien, solo le vi ayer en los pasillos y ya hasta hoy, ni le conocía, solamente que no puedo no verlo.

-Eh venga lo sabemos- dijeron al unisono 

-Vale, vamos a comer? porque estoy segura que estamos a nada de acabar el receso

-vale, vale- dijo Daniela

En los últimos 10 minutos de receso la pasamos riendo ya que estas chicas eran demasiado parlanchinas y divertidas como para no reír. 

El instituto termino y me dirijí hacia la entrada a reunirme con mi hermano, cuando se nos unió Genesis y Daniela, se las presente a mi hermano quien les halago.

-Eh venga Romeo, debemos marcharnos ya- le pronuncie un poco avergonzada a Rodrigo, Dios odiaba tanto su coqueteo tan indiscreto

- Venga Mía! es temprano déjame hablar con las señoritas y así puedes aprovechar a estar con tus amigas unos momentos mas ¿a que si chicas?- dijo mi hermano 

- Eh si Mía, ¿Cual es la prisa?- dijo Daniela

- Si Mía!  Y si salimos esta tarde?- pregunto Genesis

-Estupenda idea - dijo Rodrigo

- ¿Que ya te olvidaste que debemos irnos a entrenar ya?- conteste un poco irritada a mis amigas -Venga chicas otro día sera pero Rodrigo y yo debemos retirarnos ya- así que sin pronunciar mas jale del brazo de mi hermano y lo y conduje hasta el auto, nos subimos y ya me lo esperaba

-Eh Mía que aguafiestas eres, estaba conociendo a tus lindas amigas, igual que prisa hay?- dijo Rodrigo un poco desconcertado

-Eh venga Rodrigo! sabes muy bien que ya vamos tarde y aparte debemos de entrenar extra ya que vienen las competiciones nacionales, son muy importantes para ambos, no podemos dejarnos llevar, igual forma de dos días de estar con estas chicas se perfectamente lo parlanchinas e insistentes que son, así que si querías quedar apretado no te ayudaré la próxima-

-Vale, vale mama! jajajaja deja de preocuparte tanto Mía! Se lo importantes que son para ambos, pero de igual forma de salir a divertirnos un rato no es malo, o lo es? No, así que solo deja fluir- dijo Rodrigo con un toque de ironía

-Ay esta bien- conteste secamente, note que Rodrigo se tenso unos segundos y luego se relajo, conozco muy bien a mi hermano como para saber que detesta esos tipos de respuestas tan secas e insignificantes. Pero pues, la verdad es importante para mi estas competiciones y trabaje duro para poder ir así que ahora nada ni nadie me lo impediría. Daria todo de mi en cada entreno.

Llegamos al gimnasio, entrenamos y luego tomamos rumbo a nuestras casas, había sido un día pesado, debíamos descansar. Cenamos con nuestros padres y cada quien a su cuarto, yo tome una ducha antes de entrar a la cama y en el justo instante que mi cabeza rozo la almohada quede dormida.

Hasta La RaízDonde viven las historias. Descúbrelo ahora