Intercambio A Corea ® |Kim Taehyung|

Capítulo 34

NARRADOR

Alice se ofreció a ayudar a SeokJin, para que así llevara algunos platos con el postre en ellos para sus amigos.
Se acercó a cada uno y le dio su plato correspondiente.

–Hoy estas muy servicial pequeña. —Comento el castaño con una sonrisa.

–Este será el fin del mundo, ya verán. —Hablo por fin el bronceado, tratando de fastidiar la.

–Eso es bueno, eso quiere decir que ya se siente mejor. —Hablo el mayor sentándose en la mesa al mismo tiempo que la menor.

Charlaban a gusto, se reían, se burlaban, se enojaban, etc.
Todo ese tiempo estaban tranquilos incluso Taehyung y su compañera.
No se habían peleado en todo ese día, para los demás eso era raro, ya que siempre se peleaban a cualquier hora, ya sea de día o de noche, incluso hasta discutían en la madrugada por tonterias que ni al caso.

Terminaron de comer su dichoso postre.
Siguieron charlando hasta que no se dieron cuenta de que ya era bastante tarde y la mayoría de ellos se fue retirando para ir a su debida habitación.

–Procura llevar sano y salvo a tu compañero. —Hablo Seok-Jin dirigiéndose hacia Alice para luego despedirse de ambos y retirarse de ahí.

–De acuerdo, no tengo nada mejor que hacer. —Se encogió de hombros para luego empujar a su compañero y dirigirse a su habitación.

En todo el camino era un silencio incomodo para ambos.
Llegaron hasta el pasillo donde estaba todo obscuro, solo se escuchaba a los grillos cantar y la respiración de ambos individuos...

Taehyung no sabia que hacer para romper la incomodidad que había ahí entre ellos dos, mientras que su compañera trataba de descifrar las miradas raras, que el bronceado le daba debes en cuando, cuando ella no se fijaba y si lo hacia el la fulminaba con esas mirada que si mataran, ella ya estaría bajo la tierra.

Por estar perdidos en sus pensamientos, ambos chicos no se dieron cuenta de que ya habían llegado a su susodicha habitación, hasta que Alice reaccionó saliendo de lo que sea que ahora estaba pensando, tomo la perilla de la puerta, la giro abriendola, para luego entrar en ella y cerrarla una vez que ya estén adentro.

Los individuos ya se encontraban acostados con sus pijamas puestas en sus respectivas camas, ambos sin poder dormir por alguna extraña razón.

El silencio dominaba aquella habitación, ya que ambos pensaban que su Némesis dormía plácidamente, cuando ninguno podía entrar a los brazos de Morfeo.

Ambos compañeros escuchaban como se movían de sus camas para poder dormir, pero ninguno lo lograba por el insomnio que tenían.

–¿Mocosa estas despierta?. —Susurro el bronceado para romper el silenció que lo molestaba.

–¿Hmm?, ¿Tu tampoco no puedes dormir?. —Respondio preguntando en otro susurro, que pudo escuchar claramente el bronceado. Se sento reposando su espalda al cabezero de su cama.

–Si te estoy hablando es porque es obvio, ¿No crees?. —Respondio ahora taehyung de mala gana, pues era algo obvio.

–Eish para que me hablas, si me vas a mal contestar luego. —Alice dejósalir un suspiro largo, pues este chico era muy raro en su forma de habalrle, de vez en cuando.

El silencio volvió a reinar en aquella habitación, tras el comentario que hizo la chica, fue ahora donde Alice rompió el silencio que a ambos le molestaba.

–¿Porque siempre te quedas mirándome, como si fuera lo único que existe a tu alrededor?. —Pregunto de la nada la chica sin darse cuenta, mientras observaba lo obscuro que estaba su habitación.

–¿uh?, quiero admirar lo fea que eres. —Contesto el bronceado para luego echarse a reír por lo bajo.

–Estupido, ¿te crees gracioso no?, Pues fijate que no lo eres Kim. —Le dijo su compañera de mala gana en voz alta.

–A mi me dio bastante gracia. —Fue lo único que pudo decir el bronceado para luego seguir riendo.

En esa habitación solo se escuchan las pequeñas carcajadas que se daba taehyung por lo anteriormente dicho a su compañera, lo cual ella ahora lo ignoraba intentando dormir y dejar a su compañero reírse solo de sus estupideces.

–¿Mocosa me estas ignorando?. —Le pregunto a la chica con la cual compartía habitación, pero no obtuvo respuesta alguna. —Eish no se puede hablar contigo tonta. —Dijo por último el bronceado para luego dejar de hablar.

Por tercera y ultima vez el silencio reino definitivamente en esa habitación, ya que ambos compañeros calleron en un profundo sueño.