– ¿Sucede algo? –Me pregunta a Liam, yo le sonrío pícaramente, me acerco a él, y lo siento en el escritorio.
Termino de bajar sus pantalones, él ya sabe lo que planeo, tomo su miembro con mi mano derecha y comienzo a masajearlo de arriba hacia abajo, primero lo hago lento para después ir rápido. Él gruñe, eso me encanta, lo introduzco en mi boca de forma lenta y sus piernas tiemblan. Toma mi cabellera y comienza a acariciarla al mismo ritmo que yo lo sacaba y metía en mi boca, él gime mi nombre, diablos cómo amo que haga eso. Tenía su miembro tomado con mi mano, presionándolo un poco a su vez mientras yo chupada con lentitud, éste sería ahora mi venganza,
–No te detengas… –Gruñó Liam con la cabeza echa para atrás.
Continué más rápido aún, él halaba mi cabellera con cuidado, desahogando su placer.
–Stephanie, Dios, para… me vengo. –Su voz era cortada, pero lo ignoré y continué más rápido aún.
–Diablos, es en serio… para… –No lo haré. Entonces sucedió, él acabó en mi boca, esto era un poco nuevo para mí, pero con movimientos de boca rápida lo tomé y succioné todo. Liam se paró rápido, preocupado, me tomó del brazo y me puso de pies a él mientras me miraba a los ojos.
– ¿Que lo hiciste? ¿Te lo tragaste? –Yo asentí– Cada día me sorprendes más –Me abrazó un tanto feliz, esto era lindo a pesar de ser, ¿pervertido?
La campana sonó
–Sera mejor vestirnos, los pasillos comenzaran a llenarse –Le hablé en voz baja.
–Tienes razón -Ambos tomamos nuestra ropa y nos vestimos. Yo aún seguía sin ropa interior, pero sé que Liam le sacará provecho más tarde.
Iba a abrir la puerta cuando de pronto Liam me sostiene por el brazo y me apega hacia él.
–Una vez más, hoy me has sorprendido –Dice y me atrapa en un beso el cuál correspondo perfectamente– Gracias. –Dice al dejarme de besar y me guiña el ojo para luego salir del salón.