ii. aishiteru, coai。

#1O pacify her.

Me atrevo a mirar a la izquierda, y ahí os veo.

Bueno, sólo te veo a ti. Sólo centro absoluta y exclusivamente mi atención en ti.

Agarras su mano con los dedos lacios, sin apretar; ella lo hace como si fueras un perro revoltoso que en cualquier momento va a huir (sé que quieres hacerlo), como si su miembro en vez de ser una parte de su cuerpo fuera una correa asfixiante. Echas la cabeza hacia atrás, y pareces gritar maldiciones al cielo con los labios. Mientras, ella te arrastra de una punta del patio a otra con una sonrisa de oreja a oreja.

Se nota que le gusta presumir de que eres ahora 'oficialmente' su novio. Se nota que a ti no te gusta.

Es el precio de decidir cambiar. El precio de no querer hacer a nadie más sufrir por amor.

Pero, ¿a que no imaginabas que Ayumi no es la única? ¿Que Ayumi y Ran no son las únicas? 

Me miras y me suplicas ayuda con los ojos.

Claro, para lo que te conviene no soy invisible.

Gritas mi nombre con la intención de venir a mí. No para disculparte ni nada, sólo para variar tu rutina del recreo. Haces el amago de correr pero es ella quien te arrastra. No debo, pero verte casi en el suelo por culpa de su brusquedad me enfada.

Es tan difícil dejar de ser yo ante ti. Es tan difícil dejar de sentir.

Ayumi empieza sólo conmigo una conversación, como privándote de hablar conmigo y, en general, con otras personas.

¿Cómo siendo tan superior a ella dejas que te haga esto?

Es difícil no frustrarse.

Tú mismo te decepcionas. Sé que mientras miras con indiferencia el suelo estás tratando de convencerte que eso es lo correcto, que así le estás compensando todo el dolor. Quiero gritarte en tu maldita cara que no es así y que aún te queda una persona a la que has hecho y estás haciendo mucho daño. Y por el camino que vas, seguro que se lo harás siempre.

¡Que me harás daño siempre!

Pensando que soy invisible, y cuando no usándome como una muñeca, una prenda de quita y pon o dejándome de segundona igual que Sherlock a Watson.

¿Sabes lo que te digo?

Tú miras pero no observas.

Ella empieza a presumir de que te tiene en sus garras igual que si fueras un trofeo. Tú vales mucho más que un trofeo. Pero no eres un objeto.

Con cada palabra que sale de su boca aprieto más los puños. Juraría que estoy tan enfadada que tengo la cara roja. Casi diría que la odio. Pero no la odio a ella. Odio sus actos.

Odio que no te haga feliz.

¿Podría acaso hacerlo yo...?

Te das cuenta de mi enojo. Juntas las manos, suplicándome que le diga algo.

Lo siento, pero no.

Desvio los ojos y cruzo los brazos.

Veo por el rabillo del ojo que pones los ojos en blanco y te pasas las manos por el rostro.

Estás a punto de hacer algo, lo presiento.

Consigues liberarte de su agarre (no sé cómo), te abalanzas sobre mí y tomas mi rostro en tus manos. Ahora estoy segura de que tengo la cara roja. Y de que el corazón me va a salir por la boca. Veo por encima de tu hombro que Ayumi se acerca a ti con la mano abierta, pero la veo en cámara lenta... Todo lo veo a cámara lenta.

Como si mi mente quisiera que fuera eterno.

Dejas tus labios en mi mejilla lo suficiente como para sorprender a tu 'novia' y hacerla gritar como si un auto le hubiera pasado por encima. Juraría que todos en el patio se han girado a mirarla.

Pregunto, sólo moviendo los labios, por qué juegas así conmigo, a la vez que tú te separas de mí sonriendo con orgullo y malicia.

Ahora te veo mucho más cabrón de lo que has sido siempre.

Te sientas a mi lado y me pasas un brazo por los hombros. No tengo valor suficiente para apartarte.

Pones fin a vuestra 'relación', así, sin más, sin anestesia. Y gritas, como si quisieras que todo el universo lo supiera, que soy yo a quien quieres.

¿Qué debo pensar de eso?

-eurus♡