Capítulo 2

153 6 0
                                    



-¿Y te gusto?- pregunto por tercera ves Emily.

-Por tercera vez Em no me gustó- dije mientras nos formábamos en la fila para comprar nuestro desayuno.

Habían pasado ya tres horas desde el encuentro extraño con ese desconocido, todavía no lograba sacarme de la cabeza aquel beso extraño y aquellos ojos azules.

-Es que es imposible que no te haya gustado, si a mi me hubiera besado un chavo súper guapo te juro que estaría en las nubes- dijo mientras revoloteaba con exasperación sus pestañas, yo solté una carcajada y empecé a negar.

-Eres un caso perdido Em,  como te va a gustar un beso de un desconocido.

Habíamos llegado ya a la mitad de la fila faltaba poco para que fuera nuestro turno, Emily tomo dos charolas del estante y me dio una yo le sonreí y le iba a decir algo pero en ese momento llego nada más y nada menos que David Harrison, así es, el chico más popular de la escuela estaba enfrente de nosotras y cabe decir que su popularidad es por su belleza y su cuerpo.

-Miren nada más ni nada menos a quien tenemos aquí, a nuestra queridísima Sarah Johnsson- dijo mientras me sonreía de forma arrogante, yo solo rode los ojos y empecé a caminar pero lamentablemente David se metió a la fila y impido que continuará mi camino.

-Me puedes dar permiso- dije yo de manera educada pero sabía perfectamente que  se iba a negar.

-Hay porque tan seca querida Sarah, no te puedes apiadar tantito de mi, que no te enteraste que acabo de cortar con mi ex novia y cabe decir que estoy destrozado- dijo mientras ponía cara de tristeza pero a los tres segundos la cambio a una de burla.

Yo solo negué y estaba apunto de caminar pero David me puso una mano en el hombro impidiendo moverme.

-Quita tus estupidas manos de mi- dije mientras lo veía a los ojos.

-Acaso no extrañas estar conmigo Sarah- David empezó acercar su cara hacia la mía y eso causó que quedáramos demasiado cerca - yo extraño demasiado estar entre tus piernas.

No lo espere más , me hice hacia atrás alce mi brazo y mi palma cayó gusto en su mejilla, el sonido fue demasiado fuerte ya que en un instante todo el comedor se quedó en silencio.

-Que te quede claro David, ya no soy la misma niña ingenua de hace un año- dije mientras me acercaba a él- ahora si me permites con permiso.

Rápidamente lo arrebace haciendo que quedará atrás de mi, camine directo así la fila y lamentablemente ahora era la última, gire mi cabeza hacia atrás tratando de localizar a Emily pero no la encontraba, así que viendo que ya no me iba a dar tiempo de comer y que mi mejor amiga me había dejado abandonada en la fila, deje mi charola en el estante y me giré para ir directo hacia la salida.

Cuando estaba a pocos pasos de salir aquella horrorosa voz otra vez logró impedir que siguiera mi camino.

-Hey, Sarah esto todavía no acaba- me giré y pude observar que David estaba sonriendo de esa manera que el solo el sabe hacer- si te tuve una vez en mi cama creo que lo podré volver hacer.

-No estés tan seguro, hace un año tú me causabas "mariposas en el estomago", ahora lo único que me causas es asco y sabes que por mucho que me caiga mal Rebecca le aplaudo que te haya dejado, yo creo que ya se dio cuenta del novio que tenía.

Antes de que me contestara, apresure el paso y salí de la cafetería.
Saque mi teléfono y le empecé a marcar a Emily, pero me mandaba buzo así que me di por vencida, le mande un mensaje avisándole que iba a las canchas y que me alcanzará ahí.

Llegue a las dichosas canchas de fútbol, me senté en las gradas y empecé a observar el paisaje, el momento extraño que reviví en la mañana se empezó a reproducir en mi mente, no podía sacarme de la cabeza aquel beso con aquel desconocido, tengo que admitir que no besaba mal pero fue extraño la manera en la que me besó.
Todavía recuerdo el contacto de nuestros labios, como me aferraba hacia su pecho y también como sus manos encajaban perfectamente en mi cintura, se que le estoy dando demasiada importancia a aquel beso ya que nunca más veré al chico desconocido, a aquel chicho roba besos.

MY BAD BOYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora