La Matemática del Amor

Conociendo a los suegros

Cuatro meses habían pasado desde que Alana y Alexander estaban juntos, Alexander prácticamente vivía en casa de Alana solo iba a su casa a cambiar​se, sus padres se dieron cuenta y le exigieron una explicación entonses no tuvo otra opción y les contó sobre Alana, sobre quien era y que la amaba mas que a nada en la tierra, sus padres conocían a su hijo y nunca lo habían escuchado hablar así, así que les dio curiosidad conocer a esa mujer.

- hijo queremos conocer a Alana traela el sábado a la casa de campo y pasan el fin de semana con nosotros y tus abuelos

- papá no creo...

- sábado hijo bueno nos retiramos

Mierda... Pensó Alexander

***

— ¿te pasa algo mi amor?. .. Álex... Alexander, ¿que sucede?

— nada

— nada y no me contestas

— esque mis padres saben de ti, les conté y quieren conocerte y me preocupa que tú no quieras, yo la verdad estoy feliz de presentarte pero...

— temes mi reacción

— si

— de verdad quieres presentarme como tu novia

— no como mi novia, quiero presentarte como mi prometida

— Álex!!!

Alexander saco un anillo de su bolsillo y se arrodilló frente a Alana

— cásate conmigo

— Álex...

— por favor,no dudes de mi amor por ti, quiero estar contigo hasta el fin de nuestras vidas, por favor

Alana se quedó pensativa un momento, amaba a Álex y claro que quería casarse pero ese temor de la edad no la dejaba, pero al final respondió

— si Álex si quiero casarme contigo

Alana se dijo a si misma que arriesgarse valía la pena...

Alexander salto sobre ella, le puso el anillo y la beso, —me haces el hombre más feliz del mundo nena

— Alexander tus padres saben que yo soy mucho mayor que tú no quisiera incomodar los

— si lo saben​, saben quién eres tú saben que eres mayor que yo pero no tiene problema con eso, ellos comprenden y ellos aceptan, si yo soy feliz entonces Ellos están bien

***

—Hermana no estés nerviosa los padres de Álex son buenas personas

— Marcia quiero vomitar

— no exageres

— no es enserio...

Alana corrió al baño a vomitar

— querida nunca te había visto tan nerviosa, teanquila si.

— lo siento

— vamos Álex te espera, tu maleta estarán el auto, disfruta hermanita

— te quiero Marcia y ya quiero tener a mi sobrino en mis brazos

***

— Alana llegamos amor

Alana había dormido todo el viaje no se sentía bien y todos atribuían que eran los nervios

— (suspiro), puedo huir aún

— no, no puedes huir, te amo, vamos se que te amaran

Bajaron del auto Álex tomo de la mano a Alana y le dio un beso en la mejilla y caminaron a la gran casa que tenían enfrente.