Pinky Hair Boy - YoonMin [+18] EN FÍSICO DISPONIBLE

Capítulo 15.

—Ni se te ocurra mentir, Park —habló R.M.

—De todas maneras, no puedo hacerlo... —susurró con un puchero en sus labios.

Un golpe sobre la mesa le hizo cerrar sus ojos por instinto.

—¡Tú tampoco te atrevas a mentir, J-Hope, ¿entendiste?!

El joven de cabello rosado se hallaba sentado frente a la mesa de la sala principal, con las manos de Hoseok sobre su pecho, listo para ser interrogado por R.M. otra vez, quien estaba de pie del otro lado de la mesa y le apuntaba con un arma. Suga estaba detrás del jefe mientras que Jin se mantenía en uno de los extremos, observando ambos lados.

—Dime la verdadera razón por la que estás aquí y quieres ver muerto a tu padre —soltó con furia, haciendo sonar el seguro del arma, y Jimin tragó saliva.

—Odio a mi padre... —tartamudeó—. Y vine aquí porque apoyo los ideales que tienen.

—¡No mientas! ¡Sé que él no mató a tu madre! —disparó hacia el techo.

—¡Está diciendo la verdad! —exclamó J-Hope.

—Dime... —posó una mano sobre la mesa—. ¿Por qué exactamente odias a Park Jung Hae?

El cuerpo de Jimin se tensó por completo y un calor sofocante comenzó a crecer.

—¿De verdad es el líder de la mafia más importante del país? —redobló la apuesta.

—¿Qué mierda acabas de decir, hijo de puta?

—¿Acaso importa por qué lo odio? —se quitó a J-Hope de encima y se puso de pie, frente a frente con R.M.—. ¿De verdad quiere escuchar el motivo?

—Jimin...

—Cállate, Suga —le ordenó el líder y miró desafiante al mocoso de cabello rosado que estaba enfrentándolo—. No quieres que te dispare, ¿verdad? Así que dímelo ahora.

Jimin soltó una efímera risa sarcástica.

—Está enfermo —le respondió—. Tantos días, durante tantos años de mi vida, tuve que soportar sus abusos y, encima es él quien mandó a matar a mi madre. ¿Acaso necesito más motivos?

R.M. bajó el arma y lo observó con indiferencia.

—¿Te golpeaba...?

—Ojalá hubiese sido solo eso —sonrió.

Jimin estaba haciendo un esfuerzo sobrehumano para verse fuerte y tanto Hoseok como Suga lo podían notar. El joven de cabello anaranjado se sintió destrozado al escuchar las palabras del otro, no podía entender cómo era posible para alguien continuar con su vida luego de vivir algo así... y no solo una vez, muchas. En su pecho sentía la angustia que aquel chico no expresaba en su rostro.

Había pensado en asesinar a su padre incontables veces, pero sus planes siempre se veían frustrados, porque, a pesar de demostrar ser tan valiente, su trauma le impedía actuar y pensar con claridad. Sus sentidos se anulaban por completo en cuanto veía sus ojos. Era el monstruo debajo de su cama.

—Quiero saber qué tienes que ver con los negocios de tu padre, Park —habló R.M., cosa que sorprendió a Suga y J-Hope.

—¿Qué...?

La pregunta lo despistó por completo, pareció perder toda tensión en su cuerpo. Era nuevo para él no ser observado con lástima luego de confesar su realidad y, extrañamente, le gustó esa indiferencia.

—Hay pruebas de que tienes que ver en ello.

—No tengo nada que ver, pero... —hizo una pausa—, sé muchas cosas.

R.M. alzó una ceja, sonriendo.

—¿Qué quieres a cambio?

Suga y Hoseok observaron al joven de cabello rosado con confusión, sobre todo el primero de estos, pues su reacción había sido extraña. Estaba observando a R.M. con esos ojos tan enigmáticos, los mismos que había visto aquella vez cuando estaban yendo a la guarida junto con V.

—Quiero que me permita matar a mi padre con mis propias manos... —dijo, y sonrió hasta que sus ojos se cerraron por dicha acción.

Suga lo veía con detenimiento, notando que decía eso con sinceridad, no necesitaba un sexto sentido para saberlo, pero también sabía que Jimin se estaba escondiendo detrás de una actitud segura. R.M. soltó un suspiro y se llevó a Jin hacia afuera, informándoles a todos que los esperaba en el vehículo y resignándose a la idea de matar a Jimin ahora que sabía que le serviría mucho ese chico.

—Voy con el jefe, Suga —habló Hoseok—. Apresúrense, sabes que no le gusta esperar.

—Bien —respondió sin separar su vista de Jimin.

Hoseok se retiró finalmente del lugar, dejando a ambos en completo silencio. Suga pasó varios segundos sin decir nada, observando al otro tener su vista perdida en algún sitio, así que avanzó, llamando la atención de Jimin.

—Bien, mocoso... Es hora de irnos. ¿Necesitas ayuda para caminar?

—No, no me duele. Necesito que deje de verme con pena —lo observó.

—No te veo con pena, idiota —se detuvo—. Solo...

—¿"Solo" qué? —se aproximó a él.

Frente a frente, sin decirse ninguna palabra, solo observándose el uno al otro se decían todo. Suga sintiéndose tan apenado y culpable, y Jimin esforzándose por estar de pie. Se sonrieron al mismo tiempo. La mano fría del joven de cabello platinado se posó sobre la mejilla ajena y con el pulgar acarició su pómulo. Park cerró sus ojos, disfrutando de la inusual e inesperada caricia.

—Lo siento... No quiero que parezca que te veo con pena, Jimin —dijo.

El mencionado posó su mirada sobre él, tenía sus ojos tan vidriosos por el llanto que se obligaba a detener, pero de inmediato le sonrió ampliamente, provocando que estos se cerraran por la acción.

—Gracias, hyung...

Su corazón pareció detenerse justo en el instante en el que unos labios finos y húmedos rozaron su mejilla derecha, tomándolo por total sorpresa. Aquel de ojos felinos le había dado, con un simple y tierno gesto, toda la seguridad que creyó perdida.

—¿Vamos, pulga?

El joven de cabello rosa pastel se quedó observando la silueta ajena alejándose de forma lenta, sintiendo miles de cosas extrañas, sonriendo como un idiota mientras se disponía a seguirle el paso. ¿Cómo era que Suga lograba hacerle olvidar todo lo que lo atormentaba cuando estaban en soledad? Cuando lo pensaba parecía muy bello, sin embargo, su mente regresó a la realidad y frunció su ceño, demostrando tristeza, notando que Suga ya no estaba en su campo de visión. Llevó una mano hacia su pecho, sintiendo estragos allí y mordió su labio inferior. Si seguía haciéndole sentir así, él no iba a poder controlarse luego...

—Lo siento tanto... —susurró para sí mismo.

EDICIÓN 2022.

La duración de este capítulo es corta debido a que en el proceso de edición se realizó una redistribución de los hechos para que se acoplaran de mejor manera en la línea de tiempo. Disculpen TuT~