ADONYOUS《pausada》

CAPITULO 3 (parte2): SORPRESA

Habían globos de colores, refrescos en vasos de plástico y de repente un montón de gente gritó: '¡SORPRESA!', y entre la multitud aparece Dani.

-¿Que pasa, que es todo esto?- le pregunto realmente sorprendida, hasta con la boca abierta. Cuando me doy cuenta la cierro rápido.

-Esta es tu fiesta de bienvenida.- Me responde él- lo hacemos cada año al empezar el curso, pero como tú te la perdiste ya que has llegado a mitad de curso...

-...Hemos decidido hacerte una para ti- interrumpió Liv apartando a dos chicos para acercarse a mí.

-Gracias en serio. No sé qué decir.

-Tú de momento disfruta de la fiesta- Liv me dió un abrazo enorme mientras hablaba y yo se lo respondí estrujándola aun mas.

Luego cogió dos vasos de la mesa y me dió uno. Nos dirigimos a la pista de baile, aunque no es que supiera bailar muy bien, me defiendo. ¡Había de todo!

Después de un rato bailando, aunque más que eso escuchaba la letra de las canciones, hice paso entre la gente y me senté en la primera cosa que encontré. El suelo. 

Liv me vió entre la gente y se acercó a mí.

-¿Qué te pasa, te aburres?- me preguntó

-No, no... Me gusta la fiesta, solo que no estoy acostumbrada.

-Ven- me ofreció su mano y de un empujón me levantó del suelo. Una vez de pie me empujó bastante fuerte hacia donde estaba Dani. Casi me caigo por su culpa.

-¿Estás bien?- me pregunta mientras me incorporo. 

-Eh, si. Gracias otra vez por la fiesta.- Le envié una pequeña sonrisa.

-¡De nada!-dijo en tono emocionado, aunque no parecía estarlo.-Te he visto sentada en una esquina, ¿es que te aburres?- Otra vez la misma pregunta.

Y para la misma pregunta, misma respuesta:

-No, en realidad me gusta la fiesta. Solo que no estoy acostumbrada...

-Bueno pues si te estresa tanta música alta deberiamos irnos fuera. Hay unos bancos donde nos podriamos sentar. - Que tierno que es.

-Pero es mi fiesta. No debería abandonarla- puse morritos, pero no me pude aguantar y me puse a reir- ¡Es broma, salgamos! 

Le arrastré hasta la puerta disimuladamente y él se dejaba llevar. Cerré la puerta con cuidado y nos sentamos en los bancos. 

No eran muy apropiados para un internado, ya que eran de madera y tenian demasiados detalles, pero eran muy cómodos. 

Nos sentamos los dos y yo me quité los zapatos, cruzandome de piernas encima del banco para calentarme. No había tenido en cuenta lo de que haría frío. Me fregué los brazos y miré a Dani, que me obserbaba en silencio y curioso.

-¿Tienes frío? - me pregunta. ''¡Claro que tengo frío, no lo ves!'', eso lo pensé pero no lo dije. 

-Un poco...- antes de que acabara la frase el ya se había quitado la chaqueta que llevaba y me la puso tapándome los brazos. - Gracias. 

Él inclino un poco la cabeza hacia delante pero no dijo nada. Llegamos al típico momento del silencio incómodo.

Por las películas de amor que, abía visto, ahora es cuando el chico le dice a la chica que le quiere y todo eso. Me imagino un montón de peliculas donde los protagonistas se dan un beso eterno bajo la lluvia. 

Y, cómo si el universo me hubiese leído la mente empezó a llover. Notaba como el poco maquillaje que llevaba empezaba a caerme de las mejillas.

-¿Estas bien? Corre, entremos. Nos estamos empapando.- Decia él. Se levantó. Pero yo no quería hacerle caso, y me quedé quieta.

-No. Espera. Me gusta la lluvia.- Me quedé quieta sentada y al levantar la cabeza para mirarle, notaba como las gotas de lluvia mojaban mi cara. Pero sin querer empecé a hiperventilar.

- ¿Estas bien?

-Si...tranquilo...me...pasa...a...veces...-le iba diciendo entre respiraciones.

Él se sentó a mi lado y yo giré mi cuerpo frente al suyo, aun con las piernas cruzadas. Nuestras caras estaban a pocos centímentros, y yo dejé de hiperventilar.

Notaba su aliento cálido en los labios y estaba segura de que él también notaba el mio. Pero no importaba.

Nuestras caras se iban acercando mas hasta casi tocarnos cuando una voz de fondo interrumpió:

-¡Madre mía! ¿Estáis bien?- Era Liv desde la puerta. Nuestras caras se separaron tímidamente y ella, con paraguas en mano vino a recogernos.

Íbamos cada uno a cada lado de Liv mientras nos dirigíamos dentro. Primero me miró a mi con cara de preocupación.

-¡Tu maquillaje!-dijo con tono de alerta. Como si tubiera una araña en mi cara.- ¡Se te ha corrido por toda la cara!

-No pasa nada, ahora me limpio.- Se lo dije para tranquilizarle. Aunque por dentro le estaba gritando '¡demasiado oportuna!'

Cuando entramos todos nos miraban, y notaba como volvia a hiperventilar.

-Bueno... Nosotros ya nos íbamos-dijo Dani cuando se dió cuenta de lo que me pasaba. - ven te dejaré en tu cuarto.- me dijo mas flojo para que solo yo lo pudiera oir. 

Salimos de allí lo mas rápido posible y me llevó a mi habitación.

Entramos los dos en mi cuarto. Yo me quité la chaqueta para devolversela pero él se interpuso:

-Da igual. Ya me la devolveras.- Me dijo, y me la volví a poner. En ese momento solo queria darle un beso. Me acerqué a su rostro, pero esta vez el se aparto un poco-Nos vemos mañana.

Me quedé tiesa donde estaba, sin poder mover ni un musculo, mientras veia como salia por la puerta sin decir nada. 

Cuando conseguí moverme me puse en la cama con la ropa y me quedé dormida al instante.