CAPITULO 2 : PRIMER ENCUENTRO

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Al entrar en la habitación, Liv estaba en la litera de arriba sacando unas cosas de encima. 

-¿que haces aquí? - pregunté rápidamente cuando me vio.

-Esta es mi habitación, soy yo la que tendría de preguntar  ti que haces aquí

-Este es el numero de habitación que me han dado. He venido antes pero no había nadie.

- Claro, estaba de camino a clase. La cama individual no es de nadie, te la puedes quedar tu - miramos las dos la cama revuelta con la maleta abierta y añadió - Aunque veo que ya lo has hecho por tu cuenta.

- Bueno, si. Me voy a dar una vuelta por el sitio a ver si me acuerdo de donde estan los sitios. - Saque de mi bolsillo el mapa del internado y mi móvil (un samsung galaxt S4) y me dirigí a la puerta.

-Si quieres te acompaño y te enseño los mejores sitios. - Cogió una chaqueta de su cama y se acercó a mi, quizás demasiado.

- No gracias. Prefiero ir sola.- respondí yo, saliendo por la puerta antes de que pudiera responder.

Mi padre también me dice que paso mucho tiempo sola, alojada en mis pensamientos y todo eso, pero yo no me daba cuenta nunca. Salí del edificio, esta vez mirándolo con mas detalle. Era un gran edificio de ladrillos marrones rojizos y justo en medio había un reloj enorme que marcaba la hora.

Iba pensando en mis cosas sin darme cuenta de lo que pasaba a mi alrededor cuando, sin darme cuenta, choqué con algo o alguien, perdí el equilibrio y me caí al suelo. Abrí los ojos para levantarme y veo una mano delante de mi que me invita a ayudarme. Alcé la vista para ver quien era y veo a un chico moreno de ojos verdes y pelo castaño con tupé hacia arriba. Tardé en reaccionar.  Cogí su mano y con un pequeño impulso sin esfuerzo me levantó.

-Gracias- le dije mientras me ponía roja

- De nada - me respondió - en realidad a sido culpa mía. - Entonces me soltó la  mano y fue cuando me di cuenta de que tenia dibujado un signo muy raro en la muñeca, como un tatuaje. Pero desprendía una luz amarillenta. Me recordaba a uno que tenia yo en el hombro. De pequeña siempre lo dibujaba, y cuando fui mayor decidí hacérmelo. Al principio mi padre no me dejaba, pero al final me lo fui a hacer en mi cumple. Sus ojos verdes me miraban esperando una respuesta, y yo súper roja respondí lo primero que se me ocurrió:

- Por cierto, ¿como te llamas? - entonces recordé que Liv me lo había mencionado antes, pero ahora ya no había vuelta atrás.

-Daniel. Bueno, mejor Dani. ¿y tu nombre?

- Yo soy Babi. - Le dediqué una sonrisa tímida esperando a que respondiera y me dijera que le parecía mi nombre.

- Bonito nombre - ¡Le gustaba mi nombre! Mi cara se iluminó de repente y los dos nos empezamos a reír. - ¿Y tú, donde ibas tan rápido y sin mirar por donde ibas?

- La verdad es que a ningún sitio en concreto. ¿Y tu?

- Yo iba a la biblioteca. He acabado el libro que me estaba le leyendo y ahora iba a cambiarlo. Hay muchos libros por escoger y nunca se agotan.

- ¡Enserio! me encanta leer. Te acompaño. - dije sin dudarlo. Era un buen sitio para empezar a mirar.

- No gracias. Prefiero ir solo. - Era igual de tozudo que yo. Esta vez me miraba con seriedad, cosa que me daba un poco de escalofrío.

- Bueno, pues tu vas por tu cuenta y yo por la mía. Así iras tu solo. - Veía como se reia un poco, y luego se dio la vuelta. No iba a ganar tan fácilmente. Así que decidí seguirle.

- Cero que no te rindes - Me dijo al darse cuenta de que le seguía. Ni siquiera se giró para mirarme. Notaba a esa distancia como se ponía tenso al ver que no paraba. Entonces abrió la puerta doble de un edificio separado que tenia dos grandes ventanales a los lados.

- Soy demasiado cabezota para rendirme tan fácilmente.

Y entonces entramos en esa gran sala con estanterías llenas de libros. Quizás había unos seis o siete metros de alto y no se veía la profundidad. Había una escalera que llegaba hasta arriba del todo de donde los libros estaban colocados.

- No esta mal, no? - La verdad es que era impresionante, y me di cuenta de que todo ese rato había estado con la boca abierta. La cerré inmediatamente. - Es mi sitio preferido desde el primer día. Digamos que no soy muy sociable, pero con los libros me entiendo bien.

- ¡Es enorme! - dije por fin con tono de sorprendida. A quien no le alucinaria un sitio tan grande y espacioso, pero a la vez con mucho para ver.

- Lo se, me encantan los sitios espaciosos. Bueno, digamos que soy un poco claustrofóbico, pero ese no es el tema. - Enseguida llego la bibliotecaria.

Dani le dio su libro y pidió otro. Entonces, ella con sus ojos azules y un pelo rubio recogido con un moño lo dejo el la tercera estantería empezando por la derecha. Exactamente cuarto estante y creo que en el puesto diez, mas o menos.

- ¿Como se sabe donde va cada libro? - Le pregunté por curiosidad. Era bajita, un poco mas que yo y tendría unos cuarenta y pico de años.

- Querida, me se donde van exactamente donde va cada libro de los que ves aquí y mas. Son muchos años trabajando. Aunque no lo dejaría por nada del mundo.

- Es impresionante. - realmente estaba impresionada.

- Puedes coger el libro que mas quieras. - me respondió Dani a unos metros de nosotras. Yo empecé a buscar cuando escuché por detrás como la bibliotecaria le daba el libro que quería a Dani.

Todos me parecían realmente interesantes, aunque había uno que me llamo mas la atencion. Se llamaba ''Un verano diferente''.

- Ya he escogido uno.- dije, y al instante los dos se giraron hacia mi acompasados y yo les mostré cual era.

- Este es de amor. Te lo recomiendo. - Miró rápidamente a Dani y luego se volvió hacia mi de nuevo.

- Es el primero que me ha llamado la atención.

- Esta bien - me dijo. - Por favor, ¿como te llamas?

- Babi Garcia.

- Ah, si. Ya se quien eres. Bueno, yo me apunto que lo tienes tu y cuando lo acabes lo devuelves.

- Vale gracias. - Salí de la puerta y mientras veía como me saludaba y le devolví en saludo. Me dirigí de nuevo a mi habitación. 

ADONYOUS《pausada》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora